CARDIOLOGÍA
La mortalidad del infarto se incrementa en un 10% por cada 10 minutos de retraso en la angioplastia
JANO.es · 15 marzo 2013
El estudio STREAM confirma que la estrategia fármaco-invasiva es una "excelente alternativa" a la angioplastia primaria en pacientes que no tienen acceso a ella, según destaca el profesor Francisco Fernández-Avilés.
La mortalidad por infarto se incrementa en un 10% cada 10 minutos de retraso en la angioplastia, ha asegurado el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón (Madrid), el profesor Francisco Fernández-Avilés, quien ha abogado por "administrar inmediatamente un trombolítico para abrir la arteria".
"El tratamiento ideal del infarto agudo de miocardio es conseguir la apertura de la arteria culpable y desobstruirla mecánicamente con un pequeño balón para luego introducir un 'stent'. Pero esta técnica, además de compleja, requiere hospitales con altas dotaciones tecnológicas y equipos muy entrenados, lo cual, globalmente, sólo está al alcance de menos de la mitad de los pacientes que sufren un infarto", ha señalado.
Hace unos meses, se presentó una nueva forma de abordar el infarto agudo de miocardio, en base a estudios realizados por investigadores españoles de la ahora denominada Red de Investigación Cardiovascular (RIC).
En la sesión plenaria del Congreso Anual del Colegio Americano de Cardiología, que tiene lugar estos días, se ha presentado el estudio Stream, desarrollado por un grupo multidisciplinar de investigadores internacionales, que ha sido publicado en New England Journal of Medicine.
El estudio Stream compara la angioplastia primaria con otra estrategia llamada reperfusión fármaco-invasiva, y que consiste en administrar inmediatamente un trombolítico para abrir la arteria, antes de trasladar al paciente a un hospital con capacidad de realizar angioplastias y completar el tratamiento con la reparación definitiva de la arteria coronaria responsable.
"La principal ventaja de esta estrategia radica en que es una alternativa excelente a la angioplastia primaria para aquellos pacientes que, por motivos logísticos, no tienen acceso a la angioplastia primaria", ha indicado el Prof. Fernández-Avilés.
Diferencia 'claramente significativa'
En el estudio participaron 1.892 pacientes, que fueron identificados por los servicios médicos antes de que transcurriesen 3 horas desde el comienzo del infarto. A esto pacientes se les asignó angioplastia primaria o reperfusión fármaco-invasiva y se comparó su evolución en los 30 días siguientes en términos de muerte, reinfarto, fallo cardiaco o shock. El tromobolítico utilizado fue tenecteplase (TNK), de alta eficacia y secillo de administrar.
El resultado fue que los pacientes asignados a la estrategia fármaco-invasiva presentaron menos incidencia de muerte, fallo cardiaco o reinfarto en comparación con los asignados a la angioplastia, aunque con una incidencia ligeramente superior de hemorragias, que desaparece al reducirse a la mitad la dosis de trombolítico en pacientes mayores de 75 años. De hecho, cuando se analizan los resultados después de esta reducción de dosis, la diferencia a favor de la estrategia fármaco invasiva es claramente significativa.
"Estos hallazgos son de una enorme importancia clínica y de planificación sanitaria, ya que demuestran fehacientemente que existe una excelente estrategia alternativa a la angioplastia primaria de la que se pueden beneficiar aquellos pacientes que no tienen acceso a la angioplastia primaria y también aquellos casos con acceso pero en los que se prevé un retraso inaceptable", ha concluido el Prof. Fernández-Avilés.