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La Real Academia Nacional de Medicina ha acogido hoy la celebración de la jornada “Las vacunas en el siglo XXI: un nuevo paradigma”, organizada por la Cátedra de Investigación en Vacunas de la Universidad Rey Juan Carlos en colaboración con Farmaindustria. Los expertos participantes en dicho encuentro han concluido que la vacunación es, sin duda, uno de los logros sanitarios más coste-efectivos de los tiempos modernos.

 

No en vano, las vacunas han posibilitado la erradicación de numerosas enfermedades infecciosas como la viruela, la polio, etc., y proporcionan una protección que va más allá de la enfermedad en sí, de forma que, por ejemplo, la prevención frente al sarampión evita pulmonías, encefalitis y muertes; la prevención frente a la gripe previene neumonías, hospitalizaciones y muertes asociadas; y la vacunación contra la varicela previene encefalitis e infecciones estreptocócicas, entre otras.

 

En el transcurso de la jornada, inaugurada por el Prof. Manuel Díaz Rubio, presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, se ha hecho hincapié en que las vacunas protegen también a los no vacunados, y que cuando suficientes personas se vacunan se impide la propagación de la enfermedad, consiguiendo una inmunidad de la población que protege a los más vulnerables. “La vacunación, pues, supone más que la protección, con beneficios individuales y para la sociedad”, explicó el Prof. Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad Rey Juan Carlos, recordando que la disminución de las enfermedades prevenibles mediante vacunación mejora la capacidad de funcionamiento de hospitales, centros de salud, centros de enseñanza o empresas.

 

Además, las vacunas protegen a lo largo de la vida frente a los microorganismos productores de enfermedades (bacterias, parásitos, virus y toxinas), algo especialmente importante si se tiene en cuenta que las enfermedades infecciosas matan más adultos que niños. Así, por ejemplo, las vacunas de la infancia protegen a los niños frente a 15 enfermedades, la vacuna antigripal protege a personas de todas las edades frente a la gripe, la neumonía bacteriana secundaria y el empeoramiento de enfermedades crónicas, o la vacuna frente al neumococo protege a los jóvenes y ancianos frente a la neumonía, septicemia y meningitis.