NEFROLOGÍA

Los enfermos renales reclaman más información

JANO.es · 22 octubre 2007

En las XX Jornadas Nacionales de Enfermos Renales, celebradas en Madrid, han reivindicado que se les informe claramente sobre sus opciones de tratamiento para mejorar así su calidad de vida

La complejidad de la fisiopatología de la obstrucción nasal —principal síntoma crónico de la rinitis alérgica— ha determinado que, de una manera tradicional, su tratamiento haya contemplado la administración de diversos medicamentos descongestivos pertenecientes a diferentes familias farmacológicas. Es el caso, entre otros, de los agentes a-adrenérgicos o de los corticoides nasales, fármacos con una eficacia limitada sobre la obstrucción al no actuar globalmente sobre las dos fases, temprana y tardía, que tiene toda reacción alérgica. Es por ello que, como estableció en 2001 el documento ARIA (Rinitis alérgica y su efecto en el asma), la rinitis alérgica requiere un tratamiento progresivo con antihistamínicos de segunda generación y corticoides tópicos por vía nasal.

En este contexto, deben destacarse los evidencias alcanzadas en los ensayos clínicos, tanto in vitro como in vivo, con desloratadina, agonista selectivo de los receptores H1 de la histamina comercializado por laboratorios Menarini con el nombre de Azomyr®. No en vano, y de acuerdo con las mismas, desloratadina inhibe los mediadores inflamatorios —entre ellos las moléculas de adhesión, los leucotrienos, las quimocinas, las citocinas y las PGD2, responsables del proceso inflamatorio que conlleva a la obstrucción nasal crónica— de las fases tanto temprana como tardía de la reacción alérgica.

La eficacia mostrada por desloratidina en los estudios in vitro se ha visto confirmada asimismo en los ensayos clínicos llevados a cabo con adultos con rinitis alérgica estacional. Eficacia de desloratidina 5 mg en la reducción de la gravedad de la obstrucción nasal constatada no sólo por parámetros subjetivos —valoración de la sintomatología—, sino también objetivos —tras la exposición al alergeno, la disminución del flujo nasal fue más de un 30% superior en el grupo placebo que en el de tratamiento con desloratidina—. Asimismo, el resto de síntomas de la rinitis alérgica evaluados en el estudio —entre otros, estornudo, rinorrea, picor nasal, picor ocular y lagrimeo— también experimentaron una mejoría significativa con la administración de desloratidina.

Eficacia

Una vez llevada a cabo la revisión de los ensayos clínicos desarrollados con Azomyr®, puede concluirse que la eficacia de desloratidina, así como su seguridad y propiedades farmacológicas, cumplen los criterios establecidos en el ARIA/EAACI —documento en el que se recogen las bases para la evaluación de la eficacia clínica de los antihistamínicos en función del control de la sintomatología— para los fármacos antihistamínicos.

Así, y por lo que hace referencia a la farmacocinética, desloratadina presenta una afinidad elevada y selectiva por los receptores H1 humanos —afinidad, por el contrario, pequeña por los receptores muscarínicos—. En consecuencia, las concentraciones clínicamente relevantes de desloratadina ejercen un importante efecto inhibitorio sobre la liberación de mediadores inflamatorios por los leucocitos humanos in vitro.

Seguridad

Los estudios han demostrado igualmente la eficacia de desloratadina en el tratamiento de las reacciones alérgicas estacionales y perennes. En este sentido, y además de la constatada frente a los síntomas no nasales —caso de los oculares y los torácicos—, debe destacarse sobre todo su eficacia en el tratamiento de los síntomas nasales —fundamentalmente la obstrucción nasal—. La eficacia se mantiene durante las 24 horas de intervalo de dosificación.

Por último, los ensayos clínicos han evidenciado que desloratadina no induce ni sedación ni somnolencia, así como tampoco un aumento de peso en los pacientes. Además, la seguridad y tolerabilidad de desloratadina ha sido confirmada en los extensos estudios en fase IV llevados a cabo con de más de 48.000 adultos.