ANGIOLOGÍA Y CIRUGÍA VASCULAR

Los nuevos anticoagulantes permiten un mejor control del riesgo de ictus y hemorragias, según experta

JANO.es · 01 octubre 2012

Alrededor de un millón de personas en España siguen una terapia anticoagulante oral; de éstas, cerca de 700.000 reciben tratamiento crónico.

El desarrollo de nuevos anticoagulantes orales para una clase de pacientes anticoagulados y la estandarización en la medición del tiempo de protrombina y su determinación mediante punción capilar para otro tipo de pacientes han permitido un mejor control del riesgo de ictus y hemorragias, asegura la doctora María Isabel Egocheaga, médico de familia del Centro de Salud 'Isla de Oza' de Madrid. La Dra. Egocheaga ha realizado estas declaraciones durante la I Jornada de Formación a Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares, organizada por la Asociación Madrileña de Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares (AMAC), en colaboración con el Ayuntamiento de Valdemorillo y Boehringer Ingelheim.

Esta experta ha señalado que la mejora de la calidad del tratamiento anticoagulante ha favorecido "especialmente" a los pacientes ancianos. Alrededor de un millón de personas en España siguen una terapia anticoagulante oral; de éstas, cerca de 700.000 reciben tratamiento crónico.

Precisamente, una de las enfermedades crónicas que suele requerir tratamiento anticoagulante es la fibrilación auricular, que es la arritmia cardiaca más común. De hecho, el 2% de la población europea padece esta patología.

Asimismo, según datos del estudio Ofrece, el primer análisis nacional sobre su prevalencia, el 4% de los españoles mayores de 40 años están afectados. En total, hay cerca de 900.000 pacientes con fibrilación auricular, de los que 100.000 se encuentran en Madrid. El 70% de los pacientes con fibrilación auricular tiene más de 65 años.

La fibrilación auricular es, asimismo, la arritmia cardiaca sostenida de mayor prevalencia en la práctica diaria de los servicios de urgencias, "siendo responsable del 3,6% de las urgencias generales de nuestro país,y  del 10% de los ingresos en el área médica. Además, presenta una incidencia y prevalencia crecientes debido a múltiples factores", según datos del recién actualizado documento de consenso 'Manejo de los pacientes con fibrilación auricular en los servicios de urgencias', elaborado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).

Los ictus constituyen una de las principales consecuencias del mal control de la anticoagulación en los pacientes con fibrilación auricular. "El ictus cardioembólico representa el 20% de los infartos cerebrales y tiene el doble de mortalidad que el resto, además de ser un 20% más grave y un 60% más discapacitante", ha apostillado esta experta.

Los ictus asociados a la fibrilación auricular "se producen por la acumulación y coagulación de la sangre, ya que el corazón puede llegar a latir hasta 600 veces por minuto, cuando lo habitual es entre 60 y 100". El coágulo se desprende y viaja por el torrente sanguíneo hasta llegar al cerebro y producir un ictus. Según datos del documento de consenso, la fibrilación auricular aumenta el riesgo de ictus en una proporción de 5 a 1 respecto a la población general.