La disfunción eréctil afecta en España al 12% de los hombres de entre 25 y 70 años. Para los pacientes, acudir al médico en busca de consejo es más complicado que recurrir a un farmacéutico, el agente sanitario de más fácil acceso para la población.

No obstante, la mayoría de los pacientes no optan por su farmacia habitual, sino que salen de su entorno para pedir consejo a farmacéuticos que no les conozcan. Por ello,, los profesionales de la oficina de farmacia deben estar preparados para encontrarse con pacientes que les preguntan por esta patología antes incluso de acudir al médico.

Para los expertos reunidos en el VII Congreso Nacional de Atención Farmacéutica, celebrado en el Centro NovaCaixaGalicia de Vigo la pasada semana, "se trata de una opción nada desdeñable si se realiza una adecuada atención farmacéutica, pese a que los prejuicios que todavía existen en torno a esta enfermedad sigan dificultando la labor del farmacéutico".

Según Borja García de Bikuña, farmacéutico comunitario y presidente de la Fundación Pharmaceutical Care, “es en estos casos donde, reconduciendo la situación, derivando adecuadamente al médico, la atención farmacéutica cobra un doble valor, ya que la disfunción eréctil es un marcador de riesgo de otras patologías (por ejemplo, cardiovasculares) y, acudiendo a la farmacia el paciente no sólo acabará teniendo un tratamiento adecuado, sino que así el médico podrá determinar si existe alguna otra patología subyacente relacionada con la pérdida de la erección”.

García de Bikuña hace hincapié en que, para llevar a cabo esta función, "es importante que el farmacéutico tenga conocimientos de fisiopatología y farmacología, y conozca en profundidad todo lo relacionado con los servicios de atención farmacéutica, como son la dispensación, la indicación y el seguimiento farmacológico”.