ANGIOLOGÍA
JANO.es · 23 noviembre 2011
La ONI recomienda, para este tipo de pacientes, un tratamiento que incluya la identificación del absorbente idóneo, en función del tipo de incontinencia y del perfil del individuo.
Los cuidados que reciben las personas que han padecido un ictus y, por ello, sufren de incontinencia urinaria no se adecuan a las recomendaciones de las guías clínicas y, como consecuencia, su calidad de vida empeorada y su recuperación dificultada, según alerta el Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI).
Así, la ONI recomienda, para este tipo de pacientes, un tratamiento que incluya la identificación del absorbente idóneo, en función del tipo de incontinencia y del perfil del individuo, ya que esto ayuda a minimizar el impacto de la incontinencia urinaria.
Durante la fase aguda del ictus, la incontinencia urinaria afecta hasta el 60% de los pacientes, persistiendo en un 25% de los mismos en el momento del alta hospitalaria. Pasado un año, se mantiene entre el 15 y 20% de los casos.
La incontinencia más común en este tipo de pacientes es la de urgencia, producida por una pérdida de control del músculo de la vejiga, lo que redunda en la aparición de un mayor número de contracciones involuntarias, según explica el director de la Unidad de Incontinencia Urinaria del servicio de Geriatría del Hospital Clínico de San Carlos de Madrid, Carlos Verdejo Bravo.
Cerca de 6,5 millones de españoles sufren incontinencia urinaria en diferentes grados y frecuencias, lo que supone casi el 16% de la población.