ONCOLOGÍA
JANO.es · 14 agosto 2008
Tres estudios publicados en Journal of Clinical Oncology constatan que es, como mínimo, el doble del registrado en la población general
En una encuesta a más de 2.900 pacientes de un centro oncológico regional, los investigadores del Royal Edinburgh Hospital de esta ciudad escocesa registraron que el 8% habían pensado que “estarían mejor muertos” o en autolesionarse en las dos últimas semanas. El distrés emocional fue el principal predictor de pensamientos suicidas, seguido del dolor y de una edad elevada.
Otro trabajo, de la Universidad de Washington en Seattle (Estados Unidos), se ha centrado en las tasas de suicidio relacionado con el cáncer a partir del análisis de datos del programa Surveillance, Epidemiology and End Results, con cerca de 3,6 millones de pacientes diagnosticados de cáncer entre 1973 y 2002.
Se registraron 5.800 suicidios, lo que supone una tasa ajustada de 31,4 por cada 100.000 personas y año, casi el doble de la registrada en población general, de 16,7/100.000 personas/año. Género masculino, raza blanca y edad avanzada en el momento del diagnóstico se relacionaron con un riesgo aumentado de suicidio. Por localización, el cáncer de pulmón fue el que presentó mayor riesgo, seguido del de estómago y el de cavidad oral.
En un tercer estudio, de la Universidad de Harvard en Boston (Estados Unidos), observaron que el cáncer es la única patología que comportó un riesgo incrementado de suicidio (OR: 2,39) en una muestra de más de 1.300 pacientes con patologías variadas, como diabetes, patología cardiaca y enfermedad pulmonar crónica.