GINECOLOGÍA
Los parches de dosis bajas para la THS son más seguros que las píldoras
JANO.es · 09 junio 2010
El riesgo de tener un accidente cerebrovascular es mucho mayor con el uso de píldores que con parches, según un estudio.
Las mujeres que usan parches con dosis bajas para la terapia hormonal sustitutiva (THS) en vez de píldoras son menos propensas a sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), según una investigación de la Université McGill, de Montréal (Canadá), que ha sido publicada en el British Medical Journal.
El estudio, realizado sobre mujeres británicas, ha demostrado que las que usaron parches de estrógeno para controlar los síntomas de la menopausia no registraron un mayor riesgo de ACV que aquellas que no se han sometido a estas terapias.
Los expertos que han estudiado estas terapias creyeron que existían algunas pruebas que sugerían que, si las mujeres tomaban una dosis menor y si lo hacían mediante otro mecanismo distinto a las píldoras, los riesgos podían no ser tan altos.
De este modo, el equipo investigador, dirigido por el profesor Samy Suissa, utilizó una base de datos nacional de Gran Bretaña para identificar a 15.700 mujeres de más de 50 años que habían tenido ACV y cerca de 60.000 que no lo habían sufrido. Así, descubrieron que las participantes que han usado parches transdérmicos tuvieron casi el mismo riesgo de ACV que las mujeres que no hicieron la terapia.
El equipo canadiense ha determinado que al 7,7% de las pacientes con ACV se les había recetado alguna forma de terapia hormonal el año anterior a sufrir el ataque. Y el 6,9% de las mujeres que no tuvo un ACV, no habían usado ningún tipo de terapia hormonal.
Pero los investigadores han advertido de que "aunque el riesgo de ACV no aumenta con el uso de parches con bajas dosis de estrógeno en comparación con las que no lo usaron, sí aumentó con altas dosis". En cambio, las píldoras de THS incrementaron la probabilidad de sufrir un ACV entre un 25% y un 30% y los parches con altas dosis, un 88%.
"Al proporcionar bajas dosis de hormonas a través de la piel, se evita pasar por el hígado y se pueden reducir los efectos en todo el cuerpo", ha explicado el profesor Suissa.
La investigación se suma a una creciente serie de evidencias que podrían rehabilitar el uso de la terapia hormonal, que sufrió un duro revés tras la publicación del estudio Women's Health Initiative, el cual halló un mayor riesgo de cáncer de ovario y de mama, de ACV y otros problemas de salud. Por su parte, una de las investigadoras del Women's Health Initiative, la doctora Joann Manson ha señalado que "estos son resultados prometedores".