SENOLOGÍA
Mamografía digital frente a mamografía tradicional
JANO.es · 31 enero 2008
Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte señala que en mujeres menores de 50 años, que tienen mamas densas y están en la premenopausia o perimenopausia, se obtienen resultados más precisos con la mamografía digital
Tras la celebración de la I Conferencia de Presidentes, se encargó al Grupo de Trabajo de Análisis del Gasto Sanitario Público la elaboración de un estudio de la situación del gasto sanitario en el SNS desde una perspectiva contable, pero también de composición y origen, eficacia y eficiencia.
Según concluye este estudio, “el sesgo hospitalario del SNS es muy significativo, lo que va en detrimento de la importancia relativa que representa la atención primaria (AP)”. Así, el componente del gasto sanitario público con mayor peso es la asistencia hospitalaria y especializada, seguido por la farmacia y por la AP. En el año 2003 el gasto en servicios hospitalarios y especializados representaba el 53,68% del total de gasto público sanitario de las comunidades autónomas, mientras que la AP apenas superaba el 14%.
De igual forma, y aunque entre 1999 y 2003 se registró una pérdida de peso del gasto en servicios hospitalarios y especializados, no se acompañó de un incremento paralelo del peso de la AP. Por el contrario, es la farmacia y el resto de funciones del gasto las que absorben dicho ligero descenso. De hecho, en el conjunto del SNS la AP ha perdido peso en el gasto total, pasando del 14,52% en 1999 al 14,13% en 2003, y también ha registrado descensos en su peso relativo en 10 comunidades.
En definitiva, el estudio concluye que “pese a que cada vez más el sector sanitario en su conjunto reconoce la enorme incidencia y, sobre todo, el enorme potencial que la AP tiene sobre la mejora de la salud de la población, dicho reconocimiento no se traduce en unas cifras de gasto más equilibradas en relación con los recursos invertidos en atención especializada”.
Por todo ello, afirma que “la racionalización del conjunto del gasto sanitario exigiría aumentar los recursos y la capacidad de resolución de la AP, e impulsar su coordinación con la atención especializada, fomentando el trabajo en equipo, la continuidad en la atención a los pacientes y la investigación conjunta entre profesionales de ambos niveles asistenciales”.