SIDA
Más de doscientos genes permiten la proliferación del VIH
JANO.es · 11 enero 2008
Investigadores de Harvard han identificado más de 250 genes que codifican proteínas humanas que ayudan al virus del a proliferar y propagarse en el organismo humano
“Es tiempo de cumplir.” Este fue el lema de la XVI Conferencia Internacional del Sida, celebrada en agosto en Toronto (Canadá), un encuentro en el que se denunció que no se están realizando esfuerzos suficientes en el campo de la prevención. De hecho, cada día se producen 15.000 nuevas infecciones y sólo en 2005 se produjeron 4,1 millones, con lo que el virus afecta a más de 39 millones de personas en todo el mundo —el 95% en los países en vías de desarrollo y el 60% en el África subsahariana—. Esta pandemia ya ha causado la muerte de 25 millones de personas en los últimos 25 años y de 2,8 millones sólo en 2005.
Desde todas las instituciones se insiste en la urgente necesidad de poner freno a estos nuevos contagios. “Debemos acelerar la investigación sobre prevención y hacer accesibles, además de los tratamientos, todas las estrategias preventivas disponibles”, señaló en Toronto la Dra. Helene Gayle, presidenta de la Sociedad Internacional del Sida (IAS).
Un gran fracaso
Precisamente la prevención es uno de los grandes fracasos que se achacan a ONUSIDA, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida. No obstante, es justo reconocer que no existe una “bala mágica” para la prevención. De hecho, ninguno de los distintos sistemas investigados hasta la fecha asegura una efectividad del 100%, “por ello, se deben utilizar combinados”, recomendó la Dra. Gita Ramjee, del Consejo de Investigación y Prevención del VIH de Suráfrica, que mencionó los microbicidas vaginales y rectales, las futuras vacunas preventivas, el tratamiento antiviral y, como medida de profilaxis preexposición, la circuncisión masculina y los métodos de barrera.
Cambio de rumbo
En esta conferencia se constató un cambio de rumbo en el abordaje preventivo de la infección, un giro que ha venido propiciado por la irrupción en escena de personalidades como Bill Clinton o Bill Gates, cuyas millonarias fundaciones están aplicando una visión empresarial a la lucha contra el VIH.
Hasta ahora, la prevención se circunscribía casi exclusivamente al fomento del uso del preservativo y la denominada estrategia ABC —abstinencia sexual, fidelidad y condones—, que aunque efectiva, resulta de difícil aplicación —por razones sociales, culturales, religiosas y económicas— precisamente en las zonas en las que la epidemia es más devastadora. El giro propuesto por Gates y Clinton considera que los microbicidas —el VIH se transmite sobre todo a través de relaciones heterosexuales— podrían ser el próximo gran avance en la lucha contra la enfermedad. “Sobre todo —como reconoció Melinda Gates— porque ponen en manos de las mujeres las herramientas necesarias para prevenir la infección”.
La receta de Clinton
En la actualidad, se están evaluando clínicamente más de 15 microbicidas, de los que 5 están en fase avanzada de estudio y cuyos resultados definitivos se conocerán en 2008. La segunda generación de estos fármacos, que seleccionan específicamente al VIH o a las células infectadas, se encuentra en sus primeras fases de desarrollo y no se conseguirán resultados antes de 10 años.
El ex presidente de Estados Unidos enumeró otras 2 medidas que podrían cambiar el curso de la epidemia en los próximos años: campañas masivas de circuncisión y tratar de forma preventiva con fármacos a los grupos de población expuestos de forma sistemática al virus, otra de las medidas preventivas en fase de investigación.
A estos 3 pilares preventivos hay que añadir otras herramientas. Las barreras cervicales, caso de los diafragmas, podrían servir como sistema de protección frente al VIH, como lo son ante otras enfermedades de transmisión sexual. Los primeros resultados de un ensayo, en el que participan más de 5.000 mujeres de Suráfrica y Zimbabwe, se conocerán a finales del 2007. Por otra parte, y dado que la infección por herpes —que en algunas áreas africanas afecta a más del 70% de la población— triplica el riesgo de transmisión del VIH, su tratamiento mediante genéricos podría evitar también un elevado número de nuevas infecciones.
En cuanto a una posible vacuna, y pese a que hay más de 20 ensayos en marcha, en Toronto apenas se han producido novedades. La Dra. Francoise Barré-Sinoussi, del Instituto Pasteur de Francia, auguró que ésta no llegaría “antes de finales del siglo XXI”.
Circuncisión en estudio La circuncisión parece reducir en un 60% el riesgo de infección de los varones. Al primer ensayo realizado en Suráfrica y presentado el año pasado se suman ahora otros 3 nuevos que se están realizando en Kenia y en Uganda —el más numeroso con casi 8.000 varones— que intentarán confirmar los positivos resultados del primero. Si lo logran, habrá suficiente evidencia para recomendar la circuncisión. Pero como indicó la Dra. Ramjee, “lo difícil será universalizar la medida, debido a los problemas éticos, religiosos y de infraestructura sanitaria existentes en estos países; de hecho en países como Suráfrica ya hay una enorme lista de espera”. |