ONCOLOGÍA
Prueba experimental para detectar el cáncer de pulmón
JANO.es y agencias · 20 mayo 2008
Investigadores estadounidenses presentaron los resultados con un procedimiento que ayuda a detectar la enfermedad a partir del análisis genético de los leucocitos circulantes
El prestigio de una cocina se conquista también en el exterior. Lo saben bien los italianos y los franceses, sin olvidarnos de los chinos y los japoneses.
La gastronomía española está de moda en el mundo, con nombres propios como Ferran Adrià, Juan Mari Arzak, José Andrés o Carme Ruscalleda, estos últimos con restaurantes de renombre en Tokio y Washington. Pero todavía nos falta el reconocimiento de restaurantes españoles de referencia en el extranjero.
Pero algo está cambiando. Muchos jóvenes cocineros están apostando por lanzarse a la conquista de espacios culinarios fuera de España. Es el caso de Willy Trullás, un barcelonés formado en la Escuela de Hostelería de Barcelona que, después de pasar por cátedras como Georges Blanc y La Maison Blanche en Francia y el prestigioso Aquavit neoyorquino, decidió tener su propio restaurante en China, una tierra de promisión para jóvenes emprendedores.
Willy Trullás está triunfando en Shanghai, me lo ha contado una amiga que acaba de viajar a China y ha conocido la aventura y el éxito del chef catalán.
Willy tiene un socio japonés con el que ha puesto en marcha el proyecto de El Willy, un restaurante que es algo más: una casa que ofrece espacios multidisciplinares. Tanto es así que Bodegas Torres ha apostado por tener una presencia permanente para promocionar sus vinos y, en el mismo ámbito, El Willy ofrece servicios de peluquería llevados por un estilista famoso.
Pero, ciñéndonos a las especialidades del restaurante, el cocinero sorprende a su clientela occidental y japonesa preferentemente con una selección de tapas de autor, o un “tomato”, variante de nuestro gazpacho con dos texturas y medusa ahumada. Entre las carnes destaca una carrillera de ternera cocinada durante 5 horas, con paquetitos crujientes de plátano y fruta de la pasión.
Willy practica una cocina fusión muy interesante. De su carta son recomendables otras especialidades, por ejemplo unos canelones de gambas y setas con salsa de coco y trufa negra, o un foie gras a la plancha con remolacha, compota de kumquat y polvo de palomitas de maíz.
Aunque lo que enloquece a los clientes de El Willy, es la Juicy paella de Shanghai crab, un cangrejo muy apreciado, acompañado de tuétano, alcachofas y setas chinas. Habrá que probar esta peculiar paella.
Mi amiga Isabel me ha recomendado encarecidamente este restaurante en Shanghai donde disfrutó de esta cocina española en un país que pasa por ser el número uno de la cocina mundial, pero que hoy, a pocos meses de los Juegos Olímpicos, enloquece con novedades foráneas como la cocina de Trullás.
El Willy, restaurante al que prometo ir en cuanto tenga oportunidad, es una dirección que les sugiero anoten en su agenda, si viajan a aquellas tierras. Ya me contarán la experiencia.