GINECOLOGÍA
Rechazan la relación entre cesárea y muerte fetal
JANO.es · 14 mayo 2008
Investigadores canadienses concluyen que no existe un mayor riesgo de nacimiento de mortinato hacia el final de un segundo embarazo en mujeres que tuvieron un primer parto por cesárea.
En España, la esperanza de vida al nacer, 78,3 años, se sitúa por encima de la media de la UE, sólo por detrás de Italia y Suecia. En apenas 2 décadas hemos dado un importante salto hasta el punto de que las mujeres españolas, con 83 años de media, detentan en la actualidad la esperanza de vida más alta del continente.
Sabemos también que, en el conjunto europeo, somos uno de los países con menores tasas de mortalidad por infarto, enfermedad cerebrovascular, cáncer de mama y cirrosis. Respecto al cáncer de pulmón, la mortalidad desciende en los varones y aumenta en las mujeres.
Nos mantenemos por encima de la media europea en mortalidad por diabetes y accidentes de tráfico, aunque en ambos casos se han registrado descensos significativos en los últimos años, un 25% en el primer caso y un 40% en el segundo.
En relación con los hábitos de vida, se detecta asimismo un descenso en el consumo de tabaco y alcohol y un aumento más que preocupante en el de cannabis y cocaína. España es el cuarto país de la UE con mayor porcentaje de consumo de cannabis, anfetaminas y éxtasis, y el que muestra un consumo más elevado de cocaína.
También es preocupante el elevado índice de sedentarismo, que tiene una tendencia alcista más acusada en los últimos años en la población masculina y en los jóvenes. Es alarmante comprobar que, frente al 4% de población sedentaria en Finlandia o el 7% en Suecia, España presenta un 47%.
La obesidad es otro de los puntos negros. Desde finales de la década de los ochenta, la incidencia de la obesidad, tanto en varones como en mujeres y en cualquier franja de edad, ha ido en aumento. Dicho incremento fue mayor en los varones que en las mujeres.
Estos datos, que cuentan ya con un cierto tiempo, se derivan del sistema estatal de indicadores de salud, que ofrece un análisis periódico de la situación sanitaria en el conjunto del Estado. Para su elaboración se analizan más de 20 millones de registros procedentes de diversas bases de datos administrativos, encuestas, sistemas de notificación y estadísticas sanitarias.
Pero no siempre la realidad se ajusta a la percepción, y por ello la Encuesta Nacional de Salud, cuyos datos correspondientes a los años 2006-2007 han sido recientemente publicados, aporta, desde la óptica y consideración de los propios ciudadanos y usuarios del Sistema Nacional de Salud, información de enorme utilidad de cara a la toma de decisiones y a la evaluación de políticas sanitarias y constituye un material clave a la hora de enfocar estudios de investigación sobre el estado de salud de los españoles.
Realizada por el Instituto Nacional de Estadística sobre una muestra de 38.600 entrevistas, la Encuesta Nacional de Salud ahora presentada recoge información sanitaria relativa a toda la población, a las características y distribución de ciertos comportamientos y hábitos relacionados con la salud y con el uso de los servicios sanitarios.
De los datos obtenidos, objeto de información puntual en la sección “Observatorio” en páginas de “Al día” de este mismo número, se desprende que 7 de cada 10 españoles perciben su estado de salud como bueno o muy bueno, que los varones declaran un mejor estado de salud que la población femenina y que la percepción de una salud positiva depende de la edad y de la clase social. A mayor edad y menor nivel cultural y económico se deriva una menor percepción de buena salud. En las dos últimas décadas ha descendido ligeramente el porcentaje de población que valora su estado como positivo.
Se ha analizado por primera vez la salud mental, que permite hacer un cribado poblacional detectando la prevalencia de casos probables de morbilidad psiquiátrica o de padecimiento psicológico. Los datos no son tranquilizantes, por cuanto una de cada 5 personas, en mayor medida en las mujeres, presenta riesgo de mala salud mental, y ese riesgo se incrementa con la edad. En cuanto a la población infantil el porcentaje de mala salud mental es similar, siendo más elevado en los niños que en las niñas.
Respecto a los menores, la calidad de vida infantil en España supera la media europea, aunque 3 de cada 10 niños presentan sobrepeso u obesidad y se observa una tendencia creciente de esta prevalencia. Este problema se refleja también en los adultos, lo que debe llevar a la consideración de que o no se están haciendo bien las cosas o no se están llevando a cabo con la velocidad precisa, aunque a nadie se le escapa que modificar tendencias, y más en relación con la alimentación y la nutrición, requiere un tiempo considerable. Baste apuntar que sólo uno de cada 10 españoles consume diariamente el desayuno completo que los expertos recomiendan, aquel que integra lácteos, frutas o zumos e hidratos de carbono.
Casi la mitad de la población declara consumir bebidas alcohólicas habitualmente, y 7 de cada 10 varones y 3 de cada 10 mujeres lo hacen en cantidades consideradas de riesgo para su salud.
Por último, es significativo el dato que apunta que más del 96% de la población española aprecia que, en general, dispone de un buen apoyo social.
Respecto a la utilización de los servicios sanitarios, se observa una evolución creciente en los últimos años, lo que se refleja también en el acceso a los servicios de urgencias y a las hospitalizaciones, aunque cada día más procesos clínicos que hace unos años exigían ingreso hospitalario se resuelvan actualmente de manera ambulatoria.