CARDIOLOGÍA
Recibir una inyección de adrenalina tras una parada cardíaca empeora el pronóstico del paciente a largo plazo
JANO.es · 21 marzo 2012
Un estudio de más de 400.000 casos muestra que el 25% de los pacientes que recibieron adrenalina y sobrevivieron eran capaces de funcionar por su propio pie, frente a cerca de la mitad de los que no fueron tratados con adrenalina.
Las personas que sufren un ataque al corazón podrían evolucionar peor a largo plazo si reciben una inyección de adrenalina, también conocida como epinefina, de camino al hospital. Así lo advierte un estudio realizado por la Kyushu University, en Japón, y cuyos resultados se han publicado en Journal of the American Medical Association.
Concretamente, los autores han visto que las personas a los que se administra adrenalina tienen menos probabilidades de sobrevivir sin daño cerebral un mes después. Según explica Akihito Hagihara, de la Kyushu University Graduate School of Medicine, "estos descubrimientos implican que la administración de epinefrina puede salvar el corazón, pero no el cerebro".
Los investigadores analizaron cerca de 417.000 casos de parada cardíaca en los que los pacientes eran tratados por los servicios médicos de emergencia (EMS, en inglés) y llevados después al hospital entre 2005 y 2008.
Durante este periodo, 15.000 pacientes en parada cardíaca recibieron adrenalina; de éstos, cerca del 19% recuperaron la frecuencia cardíaca en la ambulancia, en comparación con el 6% de aquellos que no recibieron adrenalina. Sin embargo, a largo plazo, los resultados no fueron tan buenos. Sólo el 25% de los pacientes que recibieron adrenalina y sobrevivieron eran todavía capaces de funcionar bien por su propio pie con problemas neurológicos limitados un mes después, en comparación con cerca de la mitad de los que no fueron tratados con adrenalina en la ambulancia.
Los investigadores puntualizan que no pudieron tener en cuenta el trato que recibieron los pacientes una vez que llegaron al hospital, y apuntan que es posible que aquellos pacientes a los que los EMS suministraron adrenalina podrían haber recibido otra inyección más tarde