EPIDEMIOLOGÍA
Riesgo de discapacidad en personas que nacieron prematuramente
JANO.es · 23 julio 2008
Según médicos noruegos, alteraciones físicas, mentales y sociales afectan a la vida de muchos adultos que nacieron antes de término
Alteraciones físicas, mentales y sociales afectan la vida de muchos adultos que nacieron prematuramente, según revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bergen (Noruega) y publicado en “The New England Journal of Medicine”.
"Lo que más nos sorprendió fue la consistencia de la relación dosis-respuesta entre la edad gestacional y casi todos los parámetros estudiados", señala el autor principal, el Dr. Dag Moster. Esto significa que cuanto más prematuramente nació una persona, mayores son las alteraciones. "Por otro lado, confirmamos que la mayoría de los niños prematuros sin discapacidades tuvieron un buen funcionamiento de adultos", añade.
El equipo relacionó datos de los registros nacionales para identificar a los niños de distinta edad gestacional nacidos hasta el 2003. Los participantes fueron casi 870.000 individuos con, por lo menos 23 semanas de gestación al momento de nacer. No se incluyeron niños nacidos con anomalías congénitas.
Entre los más prematuros, el riesgo de parálisis cerebral aumentó con el tiempo, lo que reflejó tasas más altas de supervivencia en ese grupo.
En general, el 6% de niños bebés nacidos entre la semana 28 y 30 de gestación y el 9% de los nacidos entre la semana 23 y 27 tenían parálisis cerebral, una diferencia estadísticamente significativa en comparación con los nacidos a término.
"Un estudio que se está haciendo con niños nacidos en Noruega en 1999-2000 registró una tasa de supervivencia a los 5 años de edad del 80% entre los nacidos con 23-27 semanas de gestación, un aumento significativo comparado con el 20% de nuestro estudio", declaró el citado investigador. "Lamentablemente, las tasas de parálisis cerebral en ambos estudios son parecidas", comentó.
Los resultados mostraron también la existencia de una tendencia a desarrollar retraso mental, trastornos del desarrollo psicológico, del comportamiento y de las emociones, una alteración grave de la visión o la audición y epilepsia.
Cuando excluyeron a las personas con enfermedades clínicas, las diferencias fueron pequeñas, pero muy significativas, entre la edad gestacional y el logro educativo, el ingreso salarial, encontrar una pareja y tener hijos. En cambio, no se registró una diferencia importante entre la tasa de desempleo, el consumo de drogas, la conducta violenta y otros delitos.
"Observamos un mayor riesgo de discapacidad aun entre los niños moderadamente prematuros", cuyas edades superaban ampliamente a la de los niños más prematuros, destacó el Dr. Moster.