SIDA
JANO.es y agencias · 22 noviembre 2010
El estudio recomienda diseñar y financiar planes más efectivos para la prevención, tratamiento y reducción de la transmisión del virus desde los padres infectados a sus hijos.
Sudáfrica podría reducir a la mitad el número de nuevas infecciones por VIH en 2020, hasta las 200.000 por año, si aplica las políticas correctas, según un informe realizado por el director del Instituto de Investigación para el Desarrollo (R4D), Robert Hecht.
El informe recomienda diseñar y financiar planes más efectivos para la prevención, tratamiento y reducción de la transmisión del virus desde los padres infectados a sus hijos, aunque "alcanzar esa meta será costoso", señala el informe, publicado el pasado viernes.
Sudáfrica es el país con la mayor cantidad de personas infectadas del mundo, con 5,7 millones de casos de VIH, según datos del programa de Naciones Unidas ONUSIDA. Alrededor del 18% de los sudafricanos de entre 15 y 49 años están infectados con el virus del sida. "Esta situación implica enormes peligros financieros y riesgos para el país, particularmente en un momento en que Sudáfrica está sintiendo los efectos negativos de la recesión económica global", indica el estudio.
El coste que tendría en los próximos 20 años reducir las nuevas infecciones ascendería a 74.7251 millones de euros (102.000 millones de dólares), que tendrían que invertirse en doblar el gasto en fármacos, incrementa el número de pacientes que recibe tratamiento y desarrollar planes para prevenir la expansión de la enfermedad, añadió el informe.
"Sudáfrica está comenzando a hacer importantes avances en sus esfuerzos por desacelerar el número de nuevas infecciones y acercar el tratamiento a quienes lo necesitan", señala Hecht. Aunque, pese a estas medidas, el informe advierte de que más de 5 millones de sudafricanos se infectarán con VIH en las próximas dos décadas.
Asimismo, el estudio recuerda que las naciones africanas cuyas poblaciones se vieron devastadas por el sida, han realizado grandes avances en la lucha contra el VIH, con una reducción del 25% en las nuevas infecciones desde el 2001 en las zonas más dañadas.