HEPATOLOGÍA
Trasplante hepático y posterior desarrollo de cáncer
JANO.es · 15 octubre 2008
Un estudio finlandés muestra que los pacientes sometidos a este tipo de trasplante tienen más probabilidades de desarrollar linfoma no hodgkiniano y cáncer cutáneo
Los pacientes que se someten a un trasplante de hígado, en particular los niños, corren más riesgo de desarrollar cáncer en el futuro, según informan médicos del Hospital Universitario de Helsinki (Finlandia) en “Liver Transplantation”.
"Según nuestros datos, se estima que uno de cada seis pacientes sometidos a trasplante de hígado desarrollará alguna forma de cáncer 20 años después del trasplante", explicó el Dr. Fredrik Aberg.
Pese a que el cáncer tras el trasplante es un problema reconocido, "se necesitan más estudios para obtener datos fiables sobre los patrones de riesgo tumoral, en un intento por lograr un consenso sobre el control óptimo de los fármacos inmunosupresores, los programas de vigilancia del cáncer y las estrategias para minimizar el peligro", señalaron los autores.
El estudio incluyó a 540 pacientes que se sometieron a trasplantes de hígado en el citado centro finés entre 1982 y 2005.
Durante el seguimiento, 36 pacientes desarrollaron 39 cánceres, lo que significa un riesgo 2,59 veces más elevado en relación con la población general.
Las tasas fueron superiores entre los niños menores de 17 años que entre los pacientes de mayor edad. Los cánceres fueron desarrollados entre los 4 meses y los 14 años posteriores a la operación.
Posteriores análisis demostraron que sólo el linfoma no hodgkiniano y ciertos tipos de cáncer de piel fueron más frecuentes en los receptores de trasplantes de hígado que en la población general.
Los factores de riesgo del cáncer de piel fueron la edad mayor y el tipo de medicamento inmunosupresor recibido, mientras que en los pacientes que desarrollaron linfoma no hodgkiniano influyó el género, la edad más joven y el periodo inmediato después del trasplante.
El equipo del Dr. Aberg concluye que "esta investigación destaca la importancia del control del cáncer después de un trasplante hepático, así como también la necesidad de contar estrategias inmunosupresoras innovadoras relacionadas con menos riesgo de cáncer de piel".