BIOTECNOLOGÍA
JANO.es · 16 septiembre 2011
Investigadores del Centro Médico Teknon constatan el uso apto de la terapia celular para el tratamiento de determinadas alteraciones degenerativas del disco intervertebral.
Investigadores de la Unidad de Terapia Regenerativa Tisular de Centro Médico Teknon, han constatado el uso apto de células madre adultas en el tratamiento de determinadas alteraciones degenerativas del disco intervertebral, causantes de dolor lumbar crónico. Los resultados del estudio se han publicado este mes en la revista Transplantation.
El dolor lumbar es responsable de la pérdida de 700.000 jornadas laborales y afecta a 67 millones de individuos en la Unión Europea, de los cuales unos 5 millones son españoles, según datos de la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea. Se estima que el 75% de la población sufre dolor lumbar en algún momento de su vida; el 90% lo supera antes de los 3 meses pero en un 5-10% se cronifica.
Una de las causas más comunes del dolor lumbar crónico es la degeneración del disco intervertebral, un proceso generalmente asintomático que se suele tratar neutralizando el movimiento del espacio afectado. En España se realizan unas 1.000 fijaciones vertebrales o artrodesis anualmente y unas 40.000 en EEUU.
Frente a esta alternativa, los investigadores de Teknon diseñaron un estudio piloto con 10 pacientes que presentaban lumbalgia crónica, atribuible a degeneración del disco lumbar, a los que inyectaron una dosis de células madre. Las células fueron obtenidas del hueso de la pelvis de los mismos pacientes y cultivadas en el Instituto de Biología Genética Molecular, centro mixto de la Universidad de Valladolid y el Centro Superior de Investigaciones Científicas.
Tras tres semanas de cultivo, el producto celular resultante se inoculó por vía percutánea y bajo control radioscópico en el disco vertebral afectado. Tanto el procedimiento de obtención celular como la aplicación se realizaron bajo sedación ligera y anestesia local y no precisaron ingreso hospitalario. Los pacientes fueron seguidos y evaluados durante un año, comprobándose que mostraron una significativa mejoría del dolor y la discapacidad en 9 de los 10 casos tratados. La eficacia, comparándola con las actuales soluciones quirúrgicas, fue similar o incluso superior, con la ventaja de que se trata de una intervención no invasiva, que preserva la biomecánica de la columna vertebral.