TRAUMATOLOGÍA
JANO.es · 20 mayo 2010
La técnica no tiene efectos secundarios y elimina los riesgos asociados al tratamiento farmacológico y la anestesia.
La terapia de descompresión vertebral axial” (VAX-D), sin efectos secundarios, elimina además los riesgos asociados al tratamiento farmacológico y la anestesia en casos de hernias discales, artrosis, escoliosis, estenosis moderada, protusiones y otras patologías de la espalda relacionadas con la degeneración del disco vertebral.
La terapia de Descompresión Vertebral Axial (VAXD) permite evitar la cirugía y remitir el dolor de un gran número de casos de hernia discal, artrosis, escoliosis, estenosis moderada -estrechamiento del canal de la columna-, protusiones y otras patologías.
La eficacia de VAXD alcanza hasta el 73% de los casos tratados y la prolongación de sus efectos llega hasta los siete años, durante los cuales el paciente puede retomar su actividad profesional y su rutina diaria.
Esta técnica consiste en un tratamiento indoloro y sin efectos secundarios que, aplicado en 20 sesiones de 45 minutos durante un mes, permite la tracción y descompresión de las estructuras de la columna responsables del dolor y las limitaciones posturales -discos intervertebrales, articulaciones, ligamentos y haces musculares- que, por procesos degenerativos o circunstancias de sobrecarga se han visto afectados en el paciente.
En España, existen cinco centros que empleen esta técnica y se encuentran ubicados en Málaga, Vitoria, Gijón, Bilbao y Andoain (Guipúzcoa).
La prevalencia de enfermedades óseas va aumentando en nuestro país. Según las estadísticas, 3,5 millones de españoles presentan osteoporosis, y entre el 70% y el 80% de la población ha presentado o presentará lumbalgia o cervicalgia a lo largo de su vida. Concretamente, el dolor de espalda, sea por alteraciones óseas o por presión en los discos lumbares, va ganando prevalencia en la población adulta e infantil. Así, los pacientes con dolor crónico continúan aumentando a causa de enfermedades como la hernia discal que, a día de hoy, afecta hasta el 3% de la población española y que obliga, en el 33% de los casos a precisar tratamiento quirúrgico.