El lenguaje de los médicos a la hora de concienciar a sus pacientes obesos de los riesgos que el exceso de peso comporta para su salud no es suficientemente claro. Esta es una de las conclusiones a las que se llegó durante la sesión Primer debate sobre obesidad y sobrepeso: el problema creciente de la grasa visceral, organizada con el objeto de reflexionar sobre el porqué está fallando la transmisión del mensaje que la obesidad es un importante problema de salud pública. 

Otra de las ideas que surgió en el debate fue que la sociedad no es consciente de que la pérdida de peso, aunque sea poco, beneficia significativamente al estado de su salud. La doctora Susana Monereo, jefa del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario de Getafe y representante en el debate de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) recalcó precisamente esta idea: “Cuando uno se pone obeso, el que adelgace un poco siempre va a ser muy positivo”. En este sentido, es necesario tratar el sobrepeso para que no avance a obesidad: “Pérdidas de un 5-10% del peso corporal tienen beneficios muy importantes para la salud”.

Esta especialista definió la obesidad como un problema “sin solución”, debido a su creciente prevalencia. “Habría que luchar hoy contra la obesidad, como en su día se luchó contra el hambre”, declaró. La endocrina también destacó que para que los pacientes se comprometan a dejar de ser obesos, resulta más útil apelar a la mejora que va a suponer para su calidad de vida que para la salud. “Los pacientes se alegran cuando consiguen abrocharse los zapatos, subir unas escaleras sin cansarse, dejar de tener que comprarse ropa en la sección de tallas especiales. No hay nada que haga más feliz a la gente que perder peso”, recalcó.

Por su parte, el responsable del grupo de trabajo de Obesidad y Diabetes de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), el doctor José Javier Mediavilla, reconoció que, desde atención primaria, se debe hacer un mayor hincapié en la prevención ya que, aunque la obesidad es una enfermedad a controlar en atención primaria, en ocasiones puede requerir para su control la colaboración del médico de familia y de un especialista, como el nutricionista o endocrino.

Grasa visceral

La medida del perímetro de la cintura es el mayor indicador de la presencia de grasa visceral, un parámetro que se considera más relacionado con el síndrome metabólico, y el riesgo cardiovascular, que la medida por antonomasia del sobrepeso y la obesidad: el índice de masa corporal (una cifra que se obtiene dividiendo el peso en kilos entre la altura en metros al cuadrado). Según la doctora Monereo, “el tratamiento de la grasa visceral es muy importante para pacientes con un poco de sobrepeso, ya que mejoran muchísimo metabólicamente”.

Otro de los puntos que se abordó en el debate fue el papel del farmacéutico. La dietista y miembro de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), doctora Ana Isabel Serrano destacó el esfuerzo que se está haciendo para formar a su colectivo en el abordaje de la obesidad y el sobrepeso ya que, tal y como apuntó, puede ser la solución para las personas que no consideran que tienen un problema y evitan así acudir al médico. En este sentido, la farmacéutica recalcó que “hay que educar y concienciar a la población de la importancia de este problema desde la farmacia”.

Por su parte, el doctor Mediavilla recordó la importancia del método científico, que es el que utilizan las autoridades sanitarias para aprobar o no un producto y mostró su oposición a que se pudieran vender con impunidad sustancias “que no tiene aval científico ni están vigiladas por las autoridades sanitarias” como productos adelgazantes.