POLÍTICA SANITARIA
JANO.es y agencias · 15 abril 2011
El presidente de la Generalitat de Catalunya pide que no se cree alarma innecesaria y manifiesta que los recortes no responden a ningún capricho sino a una necesidad.
Miles de personas desbordaron ayer jueves la plaza de Sant Jaume de Barcelona, ante el Palau de la Generalitat, y las calles adyacentes para expresar su rechazo a los recortes presupuestarios anunciados por el Gobierno que preside Artur Mas en los servicios públicos como la sanidad y la educación, en un acto convocado por los sindicatos.
La manifestación, que reunió a unas 20.000 personas según los sindicatos y unas 10.000 según la guardia urbana, se produjo apenas un centenar de días después de que el nuevo ejecutivo haya tomado posesión del cargo, y ha servido también para cristalizar el rechazo que generan unos anuncios todavía por concretar en el presupuesto de la Generalitat y que, en los últimos días y en relación a la sanidad, ya ha provocado diversos actos de protesta.
La concentración de ayer, la más numerosa de las vividas hasta ahora contra el Gobierno autonómico, contó con el apoyo de todos los partidos políticos de la oposición, incluido el PP, además de la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña (Confavc) y sindicatos como UGT, CC OO, USOC, IAC, Médicos de Cataluña y Satse.
Las batas blancas de médicos, enfermeros y otros profesionales sanitarios fueron mayoría en la concentración, y los gritos de “Boi dimisión” estuvieron entre los más oídos.
Artur Mas, en una entrevista radiofónica, pidió que no se cree “alarma innecesaria” por los recortes sanitarios y sostuvo que estas medidas responden a la necesidad y no a ningún capricho. Por ello, pidió a médicos y enfermeras que se conviertan en “aliados” del Gobierno catalán en este proceso de reformas, al tiempo que garantizó que “todo el que tenga una urgencia, será atendido, y quien tenga una enfermedad grave, será atendido como siempre”.