VIROLOGÍA
Un péptido del virus de la hepatitis C contra el VIH
JANO.es y agencias · 01 abril 2008
Científicos estadounidenses muestran que el péptido C5A altera las partículas del VIH y suprime su capacidad para infectar las células
Hace apenas unos años se vaticinaba que en un plazo breve de tiempo internet se convertiría en el principal recurso informativo para profesionales y pacientes. Parece que ese momento ya ha llegado. Sin embargo, hasta ahora pocos estudios han evaluado la calidad de la información farmacoterapéutica que pueden encontrar los no profesionales en los buscadores de acceso libre y, en particular, en lo concerniente a la seguridad de los medicamentos.
Para solventar esta carencia, los doctores Formigós y Alloza, del Dpto. de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá, diseñaron un estudio de farmacología social que ahora publica Medicina Clínica (2007;128(13):504- 7), cabecera de nuestro mismo grupo editorial. En él, seleccionaron 14 medicamentos —con características tales que cualquier página que los describa debe advertir de algún riesgo relacionado con su uso— y analizaron la información suministrada por 12 buscadores en lengua española.
Las carencias más reseñadas que observaron los investigadores fueron precisamente en materia de seguridad (precauciones, incompatibilidades), que resultan ser las más importantes para el paciente o el usuario de internet. Además, es frecuente, en particular en las páginas estadounidenses, la omisión de datos (interacciones o efectos adversos) que remiten al lector a la consulta médica para obtener más información fabulando una justificación ética. En este sentido, a los autores les sorprendió que se recomiende la visita al médico para que explique las interacciones o los efectos adversos, pero no la posología.
Dos tendencias
Los datos obtenidos y su análisis muestran un escenario con dos tendencias: por una parte, una gran cantidad de páginas de bajo nivel, con poca información, que además es inútil tanto para el médico como para el paciente (omisiones evidentes en cuanto a información de seguridad); por otra, web con pretensiones de vademécum on-line.
Entre los 12 buscadores encontrados en español en este estudio destacó la contribución de Google®, que aventajó a todos los demás al aportar el 61% de las páginas. En general, no se apreciaron inexactitudes de bulto o información falsa: “El proveedor de la información omite datos en ocasiones, pero no los inventa, al menos en las páginas estudiadas”, concluye el trabajo.
“A pesar de las graves limitaciones que internet presenta en el campo de la seguridad de los medicamentos de prescripción, no es tan negativo como intuíamos al comienzo del estudio”, explican los investigadores, para quienes “sería muy ventajoso que la Administración sanitaria dispusiera de una web destinada a los pacientes, con los contenidos debidamente calculados y que operara como una referencia”. Esta iniciativa cobra mayor importancia en el momento actual, cuando la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios permite la compra de medicamentos para el autocuidado a través de internet.