Lunes, 06 de Mayo del 2024

Últimas noticias

SALUD PÚBLICA

El cloro de las piscinas puede dañar el ADN y causar problemas respiratorios

JANO.es · 13 septiembre 2010

El estudio, liderado por científicos españoles, recomienda ducharse antes de nadar, utilizar gorro de baño y evitar orinar en el agua para reducir la toxicidad.

Nadar en piscinas cubiertas tratadas con cloro puede provocar mutaciones genéticas del ADN, además de alteraciones respiratorias, según una investigación que se publica en la revista Environmental Health Perspectives.
La investigación, que ha analizado los efectos genotóxicos en 49 adultos sanos tras practicar natación durante 40 minutos en una instalación de estas características, relaciona directamente los subproductos de desinfección utilizados en las piscinas (DBPs) con la mutageneidad -la capacidad de causar mutaciones permanentes en el ADN-, y compara los efectos en una piscina tratada con cloro y otra con bromo.
El estudio, desarrollado por investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) y el Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona (IMIM), destaca explícitamente que la natación tiene impactos positivos para la salud y que éstos serían aún mayores si se redujeran los niveles de los productos químicos utilizados en la desinfección.
En el estudio han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Hospital Clínic de Barcelona y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), junto con científicos de Estados Unidos, Alemania y Holanda.
Interacción entre desinfectantes y materia orgánica
Los DBPs se forman en las piscinas por las reacciones que surgen entre los desinfectantes del agua y la materia orgánica, que aparece de forma natural o bien es producida por los propios nadadores a través del sudor, las células de la piel y la orina. Así pues, para reducir los niveles de DBP se recomienda ducharse antes de nadar, utilizar gorro de baño, evitar orinar en el agua y realizar un mantenimiento adecuado de las instalaciones.
Los investigadores ya habían relacionado con anterioridad la exposición de los subproductos de la desinfección del agua potable con el riesgo de sufrir cáncer de vejiga, y señalaban que la asociación se daba por la exposición dérmica e inhalada que se produce durante la ducha, el baño o la natación.
En concreto, el estudio señala el aumento de los niveles de dos biomarcadores de genotoxicidad con la concentración más común de DBPs en el aire expirado después de nadar, y asegura que se descubrieron aumentos de un biomarcador predictor del riesgo de cáncer.
El estudio identifica más de 100 DBPs en el agua de las piscinas, algunos cuya presencia ya había sido descrita con anterioridad en agua potable tratado con cloro. De hecho, los investigadores indican que el agua de la piscina es mutagénica a niveles similares a la del agua potable, aunque es más citotóxica -puede matar células a una concentración más baja-.
Los científicos aseguran que para contrastar estos datos son necesarias más investigaciones sobre los efectos de exposiciones de larga duración, y no solo 40 minutos, así como experimentos en los que participen más nadadores.

Noticias relacionadas

30 Sep 2008 - Actualidad

Piscinas al aire libre y asma infantil

La exposición al cloro es un factor de riesgo y no sólo en piscinas cubiertas, según un estudio belga

Copyright © 2024 Elsevier Este sitio web usa cookies. Para saber más acerca de nuestra política de cookies, visite esta página

Términos y condiciones   Politica de privacidad   Publicidad

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?