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El partido republicano estadounidense ha anunciado que revocará la reforma del sistema sanitario, impulsada por el presidente del país, Barack Obama, con la aprobación de un proyecto de ley que deberá votar la Cámara de Representantes el próximo 12 de enero.

El recién estrenado Congreso se reunirá el próximo miércoles, cuando los republicanos tomarán el control de la Cámara tras las elecciones de noviembre, listos para cumplir con su promesa de campaña de tratar de revocar la nueva ley sanitaria, una de las principales victorias legislativas de Obama.

En opinión del portavoz republicano, Brad Dayspring, esta reforma "es un destructor de empleos para las empresas pequeñas y grandes". En este sentido, ha asegurado que la principal prioridad para los republicanos de la Cámara será "recortar el gasto y hacer crecer la economía y los puestos de trabajo".

La reforma sanitaria contempla, entre otros aspectos, extender el seguro de salud a millones de estadounidenses sin cobertura médica, pese a que, las encuestas muestran que los votantes están muy divididos con esta medida. No obstante, los republicanos, particularmente los del ala fiscalmente más conservadora, están dispuestos a atacar la reforma del sistema de salud, tras los buenos resultados obtenidos en las pasadas elecciones. "Será aprobada por la Cámara, sin ninguna duda", ha augurado Dayspring.

Aunque el partido republicano dominará la Cámara con 242 escaños frente a los 193 de los demócratas, estos últimos retendrán el control del Senado, con 53 escaños frente a 47, y posiblemente bloqueen cualquier intento de revocar dicha reforma.

En este sentido, los demócratas han advertido al resto de la Cámara de que si sus contrarios siguen en su empeño por revocar la ley, amenazando el mantenimiento de los beneficios sociales, ellos "no lo permitirán" y la bloquearán después en el Senado.