TABAQUISMO
JANO.es · 31 julio 2009
Las mujeres que abandonan en el primer trimestre corren el mismo riesgo de tener un prematuro o PEG que las que nunca fumaron en el embarazo
Las gestantes que fuman pero abandonan el hábito al comienzo del embarazo pueden reducir significativamente el riesgo de tener un bebé prematuro o demasiado pequeño, según muestra un trabajo llevado a cabo por investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y publicado en el último número de la revista Obstetrics & Gynecology (2009;114:318-325).
En palabras de la Dra. Laura L. Polakowski, directora de la investigación, “nuestros resultados demuestran que las mujeres que abandonan la adicción en el primer trimestre de gestación corren el mismo riesgo de tener un bebé prematuro o pequeños para la edad gestacional (PEG) que las que nunca fumaron durante el embarazo. Y asimismo, las mujeres que abandonan en el segundo trimestre también tienen un riesgo más bajo de sufrir esas consecuencias, pero no de la misma magnitud que las anteriores”.
Fumar durante el embarazo causa varios efectos dañinos, siendo los más comunes el parto prematuro y el bajo crecimiento del feto. Y los peligros del tabaquismo durante la gestación se potencian entre las mujeres mayores.
En este contexto, los certificados de nacimiento revisados en Estados Unidos, que se comenzaron a usar en 2003, detallan si la madre fumó o no durante cada trimestre del embarazo, de modo que los investigadores analizaron si la cesación tabáquica en distintos momentos de la gestación afectaba el riesgo de esas pacientes de tener problemas en el parto. Concretamente, el análisis incluyó datos de 915.441 certificados de nacimiento extendidos en 2005 en 11 estados que usaron el formato revisado.
Primer y segundo trimestre
El 10% de las mujeres que había fumado durante todo el embarazo tuvo hijos prematuros, pero no PEG; el 15%, niños a término pero PEG; y el 2% dio a luz bebés prematuros y PEG. Entre las mujeres que dejaron de fumar durante el primer trimestre, esas cifras fueron del 8%, 9% y 1%, respectivamente.
Tras ajustar la edad de la madre, partos prematuros previos y otros factores relevantes, el equipo halló que las mujeres que habían abandonado el tabaco en el primer trimestre pudieron reducir un 31% el riesgo de tener un bebé de talla normal, pero prematuro; un 55%, el riesgo de dar a luz un niño a término pero PEG; y un 53% el peligro de tener un bebé prematuro y PEG.
Las mujeres que dejaron de fumar en el segundo trimestre del embarazo también disminuyeron el riesgo de tener esos resultados, aunque no tanto como el grupo anterior. La reducción del riesgo asociada con la cesación tabáquica en el primer trimestre fue especialmente sólida en las mujeres mayores, sobre todo a partir de los 40 años.