NEUROLOGÍA
Deficiencia en folatos y riesgo de demencia
JANO.es y agencias · 05 febrero 2008
Un estudio británico indica que las probabilidades de desarrollar demencia son 3,5 veces más elevadas entre los ancianos con bajos niveles de folatos
Desde el pueblo riojano de San Millán de la Cogolla se gana en un santiamén el monasterio de Suso o de arriba, rodeado de encinas, hayas, fresnos, pinos, tilos, nogales y manzanos.
En el marco bucólico de la sierra de la Demanda, el pastor Millán o Emiliano, nacido en Berceo en el año 473, dio vida a un cenobio y once cuevas, al tiempo que cosechó fama de milagrero y profético. Las tumbas de los siete Infantes de Lara, del ayo Nuño Salido y de las tres reinas de Navarra —Toda, Elvira y Jimena—, adornan el claustro de entrada al pequeño monasterio. Es un decir popular: “Ni los godos lo enojaron, ni los herejes lo molestaron, ni los moros lo destruyeron”. Se entra al cenobio por debajo de un arco mozárabe de principios del siglo XI con dos capiteles visigodos en alabastro. Dentro, se acentúa la mezcla de estilos y épocas. Un soplo de austeridad única: cuevas eremíticas, arcos visigodos y prerrománicos, revestidos mozárabes. Aquí fue enterrado San Millán en el año 574. Ahora sólo se puede ver su cenotafio: un bloque de piedra de alabastro, de estilo románico, realizado por monjes mozárabes a finales del siglo XI. En 1067, los restos del santo ermitaño fueron trasladados al monasterio de abajo o de Yuso. Otra historia. Aunque ambos monasterios fueron declarados conjuntamente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.