UROLOGÍA
JANO.es · 14 junio 2011
Dos millones de españoles entre los 40 y 50 años se hallan afectados por esta alteración sexual, pero sólo entre un 40% de ellos acude por este motivo al especialista.
Más de un 70% de los pacientes con insuficiencia renal crónica sufren disfunción eréctil (DE). “Se trata de una combinación de causas. Por un lado, por la propia enfermedad renal que va asociada a factores cardiovasculares, como hipertensión, diabetes y, por otro, a la propia diálisis y a la polimedicación a las que está sometido, sin olvidar el factor psicológico”. Así lo ha señalado el doctor Ignacio Moncada, coordinador del Grupo de Andrología de la Asociación Española de Urología (AEU), en el marco del LXXVI Congreso Nacional de Urología, que estos días reúne a más de un millar de expertos en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.
Dos millones de españoles entre los 40 y 50 años padecen esta alteración sexual, pero sólo entre un 35-40% de ellos consulta por este motivo al médico. A este respecto, Moncada hace hincapié en que “la sexualidad es un problema de salud para el que existen tratamientos eficaces y seguros” y destaca “la necesidad de desterrar los falsos mitos asociados a esta alteración. Muchos de los pacientes con insuficiencia renal son jóvenes a los que les preocupa la DE y demandan una solución”.
Entre las medidas prescritas en esta clase de pacientes, se cuenta evitar el tabaco y el alcohol, así como las comidas copiosas, y realizar ejercicio físico. “En ocasiones”, señala el doctor Moncada, “no son suficientes estas medidas y se recurre a otros tratamientos, como los orales y la inyección intracavernosa. En el último eslabón estaría la cirugía de prótesis de pene”.
Los tratamientos menos invasivos, como son llevar unos hábitos de vida saludables y la terapia farmacológica, pueden resolver entre un 60-70% de los casos, pero un 30-40% de los varones precisa recurrir a la cirugía, a las inyecciones intracavernosas y a los implantes de prótesis.
Una solución muy eficaz
En los últimos años las prótesis han mejorado tanto mecánicamente como en seguridad y eficacia. “No se rompen ni se estropean y los fabricantes las garantizan de por vida. No hay que olvidar que se está implantando un cuerpo extraño que al principio daba problemas de infección, y que ya se han resuelto. Ahora mismo es excepcional que hubiera una infección o un fallo mecánico”, explica este experto.
Los criterios para recibir un implante de prótesis pasan por que la persona sea sexualmente activa y porque el problema orgánico que causa la DE no se haya resuelto con otros tratamientos. “El implante de prótesis resuelve el problema de una vez por todas, y el 90% de las personas implantadas volvería a operarse”. Se trata, eso sí, de un tratamiento irreversible.
La insuficiencia renal no sólo ocasiona problemas de sexualidad, sino también de fertilidad, “ya que se altera tanto el número como la movilidad de los espermatozoides. Con frecuencia estos pacientes tienen que recurrir a técnicas de reproducción asistida”, concluye Moncada.