GERIATRÍA
JANO.es · 04 junio 2009
La relación es independiente de la presencia de trastornos psiquiátricos
Las píldoras para dormir cuadruplican el riesgo de suicidio en los mayores, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y publicado en el último número de la revista BioMed Central Geriatrics (2009;9:20). Los resultados muestran que, incluso después de tener en cuenta la presencia de trastornos psiquiátricos, los sedantes e hipnóticos se asocian con un mayor riesgo de suicidio.
Los investigadores, dirigidos por los Dres. Anders Carlsten y Margda Waern, realizaron un estudio para determinar si los tipos específicos de fármacos psicoactivos se asociaban con el riesgo de suicidio en las etapas avanzadas de la vida. En palabras del Dr. Carlsten, “el tratamiento sedativo se asoció con un aumento de al menos catorce veces el riesgo de suicidio en los análisis en bruto y siguió siendo un factor de riesgo independiente del suicidio incluso después de tener en cuenta la presencia de trastornos mentales. Seguir un tratamiento con un hipnótico se asoció con un riesgo cuatro veces mayor de suicidio en el caso del modelo ajustado a los trastornos mentales".
Según sugieren los investigadores, los fármacos podrían aumentar el riesgo de suicidio al desencadenar conductas impulsivas o agresivas o proporcionar los medios para que las personas tomen una sobredosis. Asimismo, también señalan la posibilidad de que estos fármacos podrían ser marcadores de algunos otros factores asociados al riesgo de suicidio, caso de la enfermedad somática, la discapacidad funcional, los trastornos alcohólicos, los problemas interpersonales, la carencia de apoyo social o las alteraciones del sueño.
En definitiva, como concluye el Dr. Carlsten, “las personas con estos problemas podrían ser más propensas a buscar atención médica y quizás a recibir tratamientos con fármacos psicotrópicos”. Sin embargo, el investigador apunta que dadas las altas tasas de prescripción de estos medicamentos, se debería realizar siempre una evaluación del riesgo de suicidio antes de recetar un sedante o hipnótico a una persona mayor.