Viernes, 17 de Mayo del 2024

Últimas noticias

GENÉTICA

Primer banco de ADN en fibromialgia y síndrome de fatiga crónica

JANO.es y agencias · 16 enero 2008

Tiene sede en Salamanca y contará con 4.000 muestras a disposición de los investigadores para el estudio de genes implicados en estas enfermedades

El mundo se espanta. En Inglaterra, dos niños de diez años secuestran a otro niño en una estación y luego, como jugando, lo matan. Tiempo después, la masacre en la escuela de Columbine (Denver, Estados Unidos) marcaría un antes y un después en los incomprensibles hechos de sangre a manos de personas aparentemente normales: un par de adolescentes penetran en la zona de preparatoria y comienza a disparar sus armas como si fueran los vertiginosos personajes de Matrix. Matan a trece personas y luego se suicidan.

En Francia, una adolescente de catorce años es encerrada en una bodega por dos amigas de su misma edad, pero antes le han cortado las venas. En Alemania, otro joven de diecinueve años va a su instituto, del que había sido expulsado, y mata a diecisiete personas, entre ellas doce profesores, y luego se suicida. En México, un mecánico de cincuenta y siete años, sin que le tiemble el pulso, embiste con su camioneta a veinticuatro pequeños de un jardín de infancia y mata a dos de ellos. Más recientemente, un estudiante estadounidense de diseño industrial de veintiún años, emulando quizás al escurridizo Unabomber, colocó dieciocho bombas en buzones de correo con las que hirió a seis personas.

La violencia no es sólo el pan de cada día. Es una epidemia incontrolable. No hay instante que no seamos testigos, víctimas o autores de una dosis de agresión. En los últimos años, los casos más extremos, brutales y aparentemente incomprensibles se han multiplicado en el mundo, aunque a veces, como en el caso de Perú, mi país, este tipo de tragedias no son frecuentes, aunque siempre existe el riesgo de que sucedan. En una sociedad como la peruana, las cargas de frustraciones y fracasos, que devienen en violencia agresiva, parecen estar más distribuidas y generalizadas entre todos los pobladores; por otro lado, los pequeños estallidos que provocan están mucho más insertados en nuestra actividad cotidiana.

“Aquí, la locura, la patología generalizada que existe entre nosotros, representada por la prepotencia, la agresividad y el estar a la defensiva, se produce de modo cotidiano en la calle, al viajar en un autobús o, sencillamente, al caminar por el centro de Lima. Esto se produce a cada instante en un contexto de desorden social, de transgresión constante de las normas”, explica el director del Instituto Peruano de Psicoanálisis.

Por esta razón, es improbable que cualquier peruano, que está lleno de rabia porque —digamos— las cosas no le salieron como las había planeado, sea protagonista de “un día de furia”, pues de hecho está desfogando su malestar con pequeños estallidos en medio del desorden, el caos y la agresión que supone nuestro sistema ciudadano, y por eso pasa desapercibido.

“O resulta que este parroquiano llega a su casa y ahí fácilmente estalla con sus hijos o con la esposa. Esto sucede ahora y no es ninguna novedad. De ahí que tengamos un alto índice de violencia familiar. Para nuestra realidad aquí están nuestros estallidos de violencia”, explica Herrera Abad.

La violencia familiar en Perú es un grave problema social. Según porcentajes de 2004 del Ministerio de Salud, la incidencia de la violencia psicológica es del 35%, mientras que la física llega al 17%. Es decir, más del 50% de las familias peruanas sufren alguna forma de violencia doméstica. El problema es más grave cuando se revela que el 38% de los agresores —padre, padrastro, tío o hermano— desatan su ira en estado de plena sobriedad.

Según el Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual, de enero e diciembre de 2004 se registraron 98.533 atenciones en los Centros de Emergencia de la Mujer del país. Sin embargo, dado que muchas víctimas se muestran reticentes a denunciar la violencia familiar, los especialistas están seguros de que las estadísticas reales de casos de mujeres y niños que sufren maltratos es mucho mayor.

Noticias relacionadas

28 Dec 2007 - Actualidad

Hormona de crecimiento tal vez útil para la fibromialgia

Según un estudio, Inyecciones diarias de la hormona podrían ayudar a reducir el dolor y mejorar la calidad de vida en algunos pacientes afectados por esta enfermedad

31 Oct 2007 - Actualidad

Un desajuste neuronal podría estar en el origen de la fibromialgia

Un experimento realizado con pacientes moviendo sus brazos ante un espejo sugiere que un conflicto entre los sistemas sensorial y motor da lugar al dolor característico de la enfermedad

Copyright © 2024 Elsevier Este sitio web usa cookies. Para saber más acerca de nuestra política de cookies, visite esta página

Términos y condiciones   Politica de privacidad   Publicidad

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?