VENEREOLOGÍA

Duplicados los casos de sífilis en España en una década

JANO.es y agencias · 14 mayo 2008

Especialistas reunidos en Madrid señalan que el motivo es que la población ha bajado la guardia frente al sida y otros enfermedades de transmisión sexual

Estamos en un proceso de transición industrial que va desde nuestra competitividad histórica, asentada en bajos costes salariales y baja intensidad tecnológica, hacia un modelo fundamentado en la I+D+i y de valor añadido alto.

Las políticas de I+D+i han evolucionado en paralelo al contexto en el que tienen lugar los procesos de innovación. En un entorno tan dinámico, adaptarse e incluso anticiparse a las necesidades de la empresa ha sido siempre el objetivo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). Desde 1977, el CDTI ha financiado a más de 10.000 empresas y ha gestionado alrededor de 11.000 millones de euros, convirtiéndose en el organismo de referencia de apoyo a la I+D+i empresarial. En estas 3 décadas se puede afirmar que la flexibilidad y la agilidad del Centro han permitido acompañar a la empresa a lo largo de un período que es clave para entender la posición actual de España desde la perspectiva de la innovación.

Los datos demuestran que España avanza en I+D+i, un progreso protagonizado por la incorporación de personal de I+D a la economía y, concretamente, a la industria, y por el dinamismo de las universidades como generadoras de conocimiento susceptible de ser explotado por la industria de nuestro país.

Las últimas tendencias en política de I+D reflejan la importancia que están adquiriendo los aspectos más intangibles de la innovación, como es el caso de la cooperación y la transferencia de conocimiento entre los organismos públicos y la empresa. En nuestro país, el lanzamiento del programa CENIT se ha convertido en una herramienta fundamental para canalizar el enorme potencial de colaboración que existe en el seno del sistema nacional de innovación y que, hasta el momento, no ha sido suficientemente explotado. Así, las empresas han visto cómo los consorcios formados bajo el paraguas del CENIT les ofrecían la posibilidad de acometer proyectos de mayor envergadura y colaborar con socios con conocimientos y habilidades complementarios a los suyos.

Recientemente, también han recibido un importante impulso las empresas tecnológicas de reciente creación, que son otro de los mecanismos que permiten trasladar el conocimiento al mercado. Al igual que el CENIT, el programa Neotec ha supuesto un paso hacia delante en una línea en la que Europa, y especialmente España, siempre ha mostrado ciertas debilidades estructurales, como es el caso del mercado de capital riesgo.

En el caso concreto del sector farmacéutico, en las 3 primeras convocatorias de CENIT se aprobaron 5 proyectos relacionados con la Biofarmacia, en los que participaron más de 50 empresas. En total, el CDTI ha concedido una subvención de 64 millones de euros a dichos proyectos, que generarán inversiones por valor de 137 millones. Las acciones de apoyo a este sector se extienden también al PROFIT, dentro del Programa Nacional de Biomedicina (Subprograma Nacional de Investigación Farmacéutica). El objetivo de este programa es el fomento de la investigación científica en la obtención de nuevas moléculas de interés terapéutico para uso humano y veterinario, y el desarrollo de nuevas tecnologías de producción de principios activos y especialidades farmacéuticas que contribuyan a mejorar el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las enfermedades.

Cooperación internacional

Adentrándonos un poco más en el sector, observamos que la cooperación internacional es una de las opciones más interesantes para las empresas españolas de este ámbito. Las estadísticas sobre co-autorías en las publicaciones científicas y en las patentes registradas muestran importantes tasas de crecimiento. El CDTI también es consciente de esta realidad y está dirigiendo en los últimos años importantes esfuerzos entre los que el Programa Marco Europeo se ha convertido en referente obligado, ya que destina una parte importante de su presupuesto a la Biofarmacia.

Los datos provisionales de la primera convocatoria del VII Programa Marco, publicados dentro del pilar denominado “Biotecnología, Herramientas Genéricas y Tecnologías Médicas para la Salud”, señalan que han sido 10 las propuestas con participación española aprobadas, habiendo recibido una subvención superior a los 4,5 millones de euros.

Asimismo, la cooperación tecnológica en Biofarmacia también ha contado en los 2 últimos años con el apoyo de los programas Eureka e Iberoeka, que han permitido a 3 empresas desarrollar proyectos innovadores en colaboración con empresas de Grecia y Colombia. Por su orientación hacia la investigación de carácter aplicado, estos programas constituyen una herramienta muy útil para ampliar las salidas comerciales de los resultados de la innovación.

Por tanto, contribuimos a la I+D+i poniendo en práctica tanto instrumentos de apoyo a nuevos proyectos de gran dimensión (CENIT), como apoyando la innovación de carácter más permanente en sectores tradicionales, esto último principalmente a través del programa PROFIT. Hay que recordar que, a nivel global, este programa ha gestionado en 8 años 40.000 solicitudes de ayudas (5.000 anuales). Se han destinado un total de 5.000 millones de euros en ayudas públicas, apalancando un gasto empresarial conjunto de 30.000 millones.

Transición industrial

Además, el CDTI ha puesto en marcha en los últimos 4 años nuevas acciones con impacto en el sistema ciencia-tecnologíaempresa, entre las cuales cabe destacar la habilitación como organismo encargado de la emisión de informes motivados para deducciones fiscales por inversiones en I+D+i, la red de puntos de información sobre I+D+i (Red PIDI), los acuerdos de colaboración con las comunidades, el Fondo Tecnológico (FEDER), los programas de cooperación bilateral (China, Canadá, India, Corea), el programa TECNOEUROPA, la gestión de la I+D aeronáutica y de proyectos espaciales en cooperación con otras agencias espaciales, así como la gestión del satélite “Ingenio” y la realización del Plan Estratégico del Sector Aeronáutico (2008-2016) y del Plan Estratégico del Sector Espacial (2007-2011).

Estamos trabajando en todos estas líneas de actuación porque somos conscientes de los problemas estructurales derivados de la especialización de nuestro país en actividades no suficientemente densas en conocimiento, con un uso todavía escaso de la I+D y con algunas carencias importantes en la capacidad de innovación. Sectores tradicionales como el textil o el calzado, que están siendo sujetos de planes de apoyos específicos, siguen ajustando su nivel de empleo, pero con mejores perspectivas de futuro. También es justo reconocer que hay otro grupo de industrias, como la farmacéutica, la auxiliar del automóvil o la alimentaria que están desarrollando un nivel de competitividad internacional muy destacado. Estamos, por tanto, en un proceso de transición industrial que va desde nuestra competitividad histórica, asentada en bajos costes salariales y baja intensidad tecnológica, hacia un modelo fundamentado en la I+D+i y de valor añadido alto.

Desde el CDTI, confiamos en que el conjunto de actuaciones que se han articulado nos permitan no sólo mantener sino también superar los buenos resultados económicos de los últimos años, convirtiendo las amenazas del entorno en nuevas oportunidades para nuestras empresas, dotándolas de los instrumentos necesarios para desarrollar habilidades clave en su competitividad futura. El apoyo a la innovación en sus múltiples formas debe permitir situar a la economía industrial española en la senda de un crecimiento sostenido de la productividad, base sobre la cual construir nuevas ventajas competitivas.

“En las 3 primeras convocatorias del CENIT se aprobaron 5 proyectos relacionados con la Biofarmacia, en los que participaron más de 50 empresas. En total, el CDTI ha concedido una subvención de 64 millones de euros a dichos proyectos, que generarán inversiones por valor de 137 millones.”

“El apoyo a la innovación en sus múltiples formas debe permitir situar a la economía industrial española en la senda de un crecimiento sostenido de la productividad, base sobre la cual construir nuevas ventajas competitivas.”