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El estrés, la incertidumbre ante el futuro, la falta de tiempo para reflexionar sobre nuestros problemas durante el día y una mala higiene del sueño constituyen a menudo el trasfondo del insomnio y las alteraciones en el descanso nocturno, un problema que se estima que afecta en alguna ocasión a un tercio de la población española y en un 10% se cronifica.

 

En el análisis de estos factores centró su discurso el Dr. Luis Rojas Marcos, invitado como ponente a la conferencia Insomnio en 360 grados, organizada ayer por Laboratorios Esteve con motivo del 20 aniversario de su medicamento inductor del sueño Dormidina.

 

Para el Dr. Rojas Marcos la clave del insomnio radica en que el sueño se ha convertido en una expectativa: “Queremos dormir cuando, cuanto y como nosotros queramos, y esto no siempre puede ser así. A menudo oímos a gente que dice ‘yo debería dormir más’, ‘me faltan horas de sueño’, ‘no duermo las horas que debería’, pero realmente no es fácil saber exactamente cuántas horas de descanso nos son necesarias para un buen funcionamiento al siguiente. Esto depende de muchos factores y es algo muy personal. Lo que sí está claro es que la propia ansia de dormir más y mejor, la convicción de no descansar lo suficiente desde hace tiempo, nos va creando preocupación e incluso ansiedad, lo que a su vez dificulta más el advenimiento de un sueño de calidad”.

 

El prestigioso psiquiatra insistió, asimismo, en la necesidad de observar una buena higiene del sueño y, en este contexto, evitar cualquier estímulo excitante y buscar la relajación una media hora antes de irse a dormir. “Ni leer libros fascinantes, ni navegar por internet, ni tomarse una cerveza. Tenemos que aprender a conocer nuestros ritmos y saber qué es lo que realmente nos relaja”. Tampoco es buena idea, a su juicio, ponerse a discutir con la pareja ni consultar los problemas con la almohada. “El momento de acostarse es, por desgracia, para mucha gente, el único del día que es posible dedicar a la reflexión, a pensar sobre los problemas o las experiencias vividas en la jornada y eso no favorece precisamente la relajación necesaria antes del sueño”.

 

Rojas Marcos recordó que el insomnio, a menudo, es como la tristeza, una experiencia normal y transitoria, relacionada con experiencias negativas de la vida. “Si con una buena higiene el problema no se soluciona y se mantiene durante dos o tres semanas, el farmacéutico puede recomendar medicamentos inductores del sueño que no tienen las consecuencias de las benzodiacepinas, los opiáceos, etc. Si éstos tampoco funcionan, el paciente deberá consultar al médico para que, partiendo de una historia detallada y/o de las pruebas que precise, diagnostique qué hay detrás de esas alteraciones del sueño”.

 

En ningún caso es recomendable, según el prestigioso psiquiatra, tomar inductores del sueño, hipnóticos, etc. por sistema, para prevenir una potencial noche en blanco. Los profesionales de la salud debemos luchar contra la pastilla del “por si acaso”, que está haciendo mucho daño a muchos pacientes y a los sistemas de salud de las sociedades desarrolladas.