VIOLENCIA DOMÉSTICA
JANO.es · 30 marzo 2010
Las consultas por somatizaciones y malestar psicológico son un signo de alerta a tener en cuenta a la hora de detectar casos de maltrato familiar.
Una visita rutinaria al médico de familia puede ser suficiente para que éste detecte si la paciente sufre violencia doméstica. Se considera que acudir con frecuencia a la consulta por somatizaciones y malestar psicológico es uno de los muchos signos de alerta que el facultativo debe tener en cuenta a la hora de detectar casos de violencia doméstica. “Si el médico de familia conoce cuáles son los síntomas de alarma que le deben empujar a indagar activamente si existe o no una situación de maltrato y, al mismo tiempo, dispone de las herramientas y conocimientos adecuados, será capaz de detectar este tipo de casos en sus entrevistas diarias de cinco o diez minutos y contribuir de forma muy significativa a mejorar la situación de estas mujeres, por tanto, la formación específica en este tema es clave”, explica la doctora Mónica Jiménez, del Grupo de Atención a la Mujer de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFYC) y formadora de equipos de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid en violencia contra las mujeres.
Por este motivo, se ha impartido un taller dedicado a la detección y abordaje de la violencia doméstica en la atención primaria en el marco de las Jornadas de Actualización en Medicina de Familia, celebrado recientemente en Madrid, y organizadas por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la SoMaMFYC, con la colaboración del Instituto de Formación Novartis.
Del millón de consultas diarias que se realizan en los centros de salud españoles, un 60% las hacen mujeres y de ellas, unas 60.000 sufren maltrato, aunque no lo mencionan de manera expresa delante del médico. Para la doctora Mónica Jiménez, “es muy importante que el médico de familia adopte ante estas pacientes una actitud empática, que cree un clima de confianza y no tenga miedo a preguntar directamente, por lo que es clave conocer la actuación sanitaria profesional ante cada caso y situación. La violencia de pareja es un problema complejo que requiere de soluciones complejas”.
Formación de los profesionales
El temor a invadir la esfera privada de la paciente es, en muchas ocasiones, una de las razones que explican el diagnóstico tardío. En opinión de la doctora Jiménez, la formación contribuye a una mejor respuesta del profesional ante una situación de malos tratos. “Lo habitual es que un profesional sanitario no formado no sepa que hacer o cometa errores bienintencionados, mientras que tener una formación específica permite ofrecer una actuación profesional y no personal, ya que esta última en ocasiones puede confundir o culpabilizar aún más a la mujer”.
La atención primaria juega un papel crucial porque muchas mujeres van a ir al centro de salud o a los servicios de urgencias en busca de ayuda. “Los médicos deben tener en cuenta que la paciente acude a la consulta en la mayoría de los casos sin saber realmente lo que le está ocurriendo, pues todavía no es capaz de poner nombre a lo que le sucede”, asegura la experta.