La empresar de asesoría especializada en farmacias Asefarma ha divulgado un comunicado en que considera que la medida anunciada el martes de cobrar un euro por cada receta expedida a partir del próximo año en Cataluña no es "acertada" y que está implementada como tasa "cuando en realidad es un copago encubierto para el que la Generalitat carece de competencias".

La responsable del área de Gestión Dinámica de Farmacias de Asefarma, Belinda Jiménez de los Santos, ha explicado que antes de proponer y lanzar medidas "hay que tener en cuenta que no se puede hacer de forma indiscriminada" y que "tendrá que ser mediante una reforma de la legislación del Gobierno central y no a través de una tasa de dudosa legalidad, por cuanto establece un copago encubierto".

La compañía ha señalado además que "al aplicarse de forma indiscriminada sobre toda la población, creará situaciones de profunda injusticia social, especialmente con los pensionistas, que son los mayores consumidores de recetas, a pesar del tope que se establece de 61 euros al año/paciente".

"Es preferible que la aplicación recaiga sobre un determinado tipo de medicamentos, de modo que afecte sólo a aquellos que no sean de tratamiento crónico o de larga duración, y sobre la población en función de, por ejemplo, los niveles de renta, de manera que no incida de forma indiscriminada sobre aquellos que peor lo están pasando con los efectos de la crisis económica", ha argumentado Jiménez de los Santos.

La medida anunciada prevé recaudar más de 100 millones de euros y tiene como objetivo disuadir a los ciudadanos del abuso de medicamentos. "Estamos hablando de una medida que en realidad no va a servir para racionalizar el gasto farmacéutico. Una medida que al aplicarse de manera universal no tiene en cuenta a los grandes dependientes, a los polimedicados, y a aquellos sectores de la población con menos recursos económicos, que son al final, los más afectados", ha explicado Jiménez de los Santos.

Las farmacias serán las encargadas de recaudar el euro por receta, pero "ésto generará graves problemas con los pacientes por el fuerte rechazo social que va a generar esa medida", ha señalado el presidente de Asafarma, Carlos García-Mauriño.

"Mucho nos tememos que finalmente muchas farmacias se verán obligadas a asumir los costes indirectos que les suponga este euro por receta para evitar la pérdida de pacientes, que se vayan a comprar sus medicamentos a farmacias de provincias no catalanas y por la competencia desleal que algunas farmacias podrán plantear como medida para relanzar determinadas promociones de cara a sus clientes", ha argumentado.

Por último, García-Mauriño ha manifestado su esperanza en que "este tipo de actuaciones no se extienda en el resto del país a través de las medidas para 2012 de otras comunidades autónomas y que el actual Gobierno del señor Rajoy actúe para evitar este dislate".