De acuerdo con las conclusiones alcanzadas en el estudio PAIS, desarrollado por investigadores de la Universidad Erasmus MC de Rotterdam (Países Bajos) y publicado en la edición digital de la revista The Lancet Neurology (DOI:10.1016/S1474-4422(09)70051-1), el tratamiento precoz con paracetamol podría mejorar la recuperación de los pacientes afectados por un accidente cerebrovascular y que presentan una temperatura corporal elevada –entre 37 ºC y 39 ºC.

 

La temperatura corporal elevada en las primeras 12-24 horas posteriores a un ictus suele asociarse con un mal pronóstico. Así, en torno a una tercera parte de los pacientes presenta temperaturas corporales superiores a los 37,5 ºC durante las primeras horas posteriores al episodio, y cada grado centígrado adicional durante las primeras 12 horas duplica las probabilidades de una recuperación deficiente.

 

En este contexto, el paracetamol es generalmente bien tolerado por los pacientes que sufren un ictus y prácticamente no se asocia con efectos adversos en dosis superiores a los 6 g diarios. Y en estos pacientes, paracetamol en dosis de 6 g/día reduce la temperatura corporal en torno a 0,3 ºC en las primeras 4 horas de tratamiento.

 

Los participantes en el estudio PAIS –en torno a 1.400 pacientes con ictus o hemorragia intracerebral que presentaban una temperatura corporal de 36-39 ºC– fueron tratados durante las primeras 12 horas desde la presentación del episodio, y de acuerdo con un criterio aleatorio, con la dosis de 6 g diarios de paracetamol o con placebo.

 

Los resultados mostraron que el 37% de los pacientes del grupo de paracetamol, así como el 33% de los incluidos en la rama placebo, mejoraron más allá de las expectativas. La diferencia, por tanto, no resultó estadísticamente significativa. Sin embargo, y por lo que respecta a los pacientes con temperaturas corporales entre los 37 ºC y los 39 ºC, el 40% de los tratados con paracetamol y el 31% de los incluidos en el grupo placebo mejoraron más allá de las expectativas, diferencia porcentual que en este caso sí alcanzó significación estadística. En consecuencia, 1 de cada 11 pacientes que presenten el referido rango de temperatura mejorará más allá de lo esperable cuando sea tratado con paracetamol.

 

 En palabras de la Dra. Heleen M den Hertog, investigadora principal del estudio, “aunque las conclusiones del PAIS son insuficientes para apoyar el uso rutinario de dosis elevadas de paracetamol en pacientes con ictus, los resultados son prometedores. Así, en pacientes con una temperatura basal de 37-39 ºC, paracetamol incrementa en un 9% la cifra de pacientes que mejoran más allá de las expectativas. Sin embargo, necesitamos más estudios que confirmen nuestros resultados. Pero de constatarse, podremos concluir que contaremos con un tratamiento barato, seguro y sencillo que, además, presenta una amplia ventana terapéutica, para tratar a los pacientes que padezcan un accidente cerebrovascular”.