Martes, 07 de Mayo del 2024

Últimas noticias

FARMACIA

Cambios en la información de los medicamentos

JANO.es y agencias · 11 octubre 2007

Un nuevo Real Decreto establece nuevos requisitos para las cajas y prospectos de los fármacos, como símbolos sobre fotosensibilidad o posibles riesgos para la conducción

Hablar de consumo de alcohol es referirse al etanol, etil-alcohol o alcohol etílico. Desde la óptica química, existen otros muchos otros, pero el alcohol del que hablamos, el que provoca adicción en la especie humana, es un sencillo producto químico compuesto por una pequeña cadena de dos átomos de carbono, cada uno con una saturación distinta de sus cuatro valencias que, casi mágicamente, le hace capaz de diluirse con suma facilidad tanto en agua como en grasas.

Los datos de la última Encuesta Domiciliaria, realizada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, indican que el alcohol es la droga psicoactiva de consumo más extendido en España. El 93,7% de la población de 15-64 años lo ha consumido "alguna vez", el 76% lo ha hecho en el último año y el 64,6% en el último mes.

En los 30 días previos a la Encuesta, un 14,9% había consumido diariamente bebidas alcohólicas y el 5,5% había sido "bebedor de riesgo", considerando como tal a los varones con un consumo de 50 ml de alcohol puro/día, y a las mujeres con 30 ml/día o más.

Los fines de semana se consume más que los días laborables, especialmente por parte de la población de 25-34 años. Por otro lado, los datos reflejan que en los estudiantes de enseñanza secundaria, de 14-18 años, ha aumentado el consumo de forma significativa. En este grupo, la prevalencia de borracheras pasó del 21,7% en 1994 al 34,8% en 2004 y la proporción de bebedores de riesgo del 8,6% en 1996 al 12,3% en 2004.

La 58.ª Asamblea Mundial de la Salud de la OMS de 2005 trató como una alarma "la magnitud de los problemas de salud pública asociados al consumo nocivo de alcohol y las tendencias de consumo peligroso, en particular en los jóvenes de muchos Estados miembro". En consecuencia, desde la Organización Mundial de la Salud se instaba a los responsables gubernamentales a elaborar, aplicar y evaluar estrategias y programas eficaces dirigidos a reducir las consecuencias sanitarias y sociales negativas del consumo nocivo de alcohol.

En los últimos meses hemos dedicado un amplio espacio informativo y dos editoriales al alcohol y sus repercusiones sociosanitarias, y para lamentar la marcha atrás oficial del anteproyecto de ley de Medidas Sanitarias para la Protección de la Salud y la Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas por Menores. Volvemos sobre el tema por cuanto la Comisión Clínica del Plan Nacional sobre Drogas ha hecho públicas las conclusiones de su informe sobre el alcohol.

Recogidas en 15 puntos, invitan a la reflexión y, por supuesto, acercan a la preocupación ante el profundo calado del problema. Recogemos aquellas que, de modo más directo, afectan al ámbito de la salud y la medicina:

 

­ En los últimos años ha disminuido la percepción del riesgo asociado al consumo de bebidas alcohólicas.

­ Se observa una modificación del patrón del consumo, especialmente en los jóvenes, que en la actualidad beben cantidades muy elevadas en cortos períodos de tiempo, lo que se conoce como consumo en "atracón" --5 o más bebidas en una sola ocasión.

­ La mayor parte de los daños y costes sociosanitarios asociados al alcohol se producen en sujetos consumidores aparentemente no dependientes. Su implicación en las urgencias y los ingresos hospitalarios es muy frecuente.

­ Aproximadamente el 10% de los bebedores de alcohol desarrollan adicción, y de ellos el 4% lo hará a los 5 años de haberlo iniciado. Esta adicción se debe a alteraciones neurobiológicas, y es el resultado de la interacción entre las características propias del alcohol, capaz de provocar dependencia, y variables inherentes al sujeto, entre las que destacan la genética y el entorno social, así como la disponibilidad y/o accesibilidad a la bebida.

 

Las interacciones del alcohol con otras sustancias psicoactivas son muy relevantes, especialmente en el caso del consumo simultáneo con cocaína, ya que aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares y conductas violentas.

El consumo de alcohol no sólo produce lesiones crónicas que aparecen con el tiempo, sino que también provoca lesiones agudas a corto plazo, como arritmias cardíacas o accidentes cerebrovasculares, con independencia de la antigüedad del consumo y del tipo de alcohol consumido.

La adolescencia es una etapa de máxima vulnerabilidad frente a las adicciones.

Es recomendable la exploración sistemática del consumo de alcohol en toda persona de más de 14 años al menos cada 2 años. La detección precoz de los problemas relacionados con el alcohol mejora el pronóstico de su tratamiento.

Copyright © 2024 Elsevier Este sitio web usa cookies. Para saber más acerca de nuestra política de cookies, visite esta página

Términos y condiciones   Politica de privacidad   Publicidad

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?