ONCOLOGÍA

Depresión y riesgo de cáncer de mama

JANO.es · 02 enero 2008

El trastorno mental puede incrementar levemente el riesgo de desarrollar este tipo de tumor, según publican investigadores holandeses en “Clinical Practice and Epidemiology in Mental Health”

Las enfermedades no transmisibles —entre otras, los procesos oncológicos, los trastornos mentales, la diabetes mellitus, las enfermedades respiratorias crónicas, las patologías osteomusculares y, sobre todo, las enfermedades cardiovasculares— son responsables de hasta un 86% de los fallecimientos y un 77% de la carga por enfermedad de la Región Europea de la OMS.

Es por ello que, con objeto de reducir el impacto asociado con estas entidades, 53 países de la zona acordaron en la última Asamblea de la Región la implementación de medidas dirigidas a prevenir su aparición y a controlar sus efectos. En palabras del Dr. Marc Danzon, director regional de la OMS para Europa, “la carga para la población, la sociedad y los sistemas sanitarios resulta, simplemente, insostenible”.

Estas enfermedades, además de en gran medida prevenibles, presentan factores de riesgo comunes: HTA —principal causa de mortalidad—, tabaco —primera causa de enfermedad—, alcohol —sobre todo en la población joven, en la que se constituye como el factor principal de muerte y enfermedad—, colesterol elevado, sobrepeso, dieta inapropiada y ausencia de ejercicio físico, razón por la que su reducción se ha convertido en el objetivo fijado por las 53 naciones comprometidas en contrarrestar los efectos de la epidemia. Como refiere el Dr. Danzon, “si los sistemas de salud se centran en erradicar los principales factores de riesgo, hasta un 80% de los casos de enfermedad coronaria y de los de diabetes, así como un 40% de los de cáncer, podría ser evitado”.

En este contexto, no debe olvidarse el reto que supone el envejecimiento poblacional. Al menos un 35% de la población mayor de 60 años presenta 2 o más enfermedades crónicas. Y más de un 33% de la población de la región superará los 65 años en 2050. En definitiva, la promoción de la salud, especialmente entre los más desfavorecidos económicamente, debe convertirse en una prioridad en todas las sociedades europeas.