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ONCOLOGÍA

Dieta baja en grasas y riesgo de cáncer de ovario

JANO.es · 25 octubre 2007

Científicos del Fred Hutchinson Cancer Research Center de Estados Unidos señalan que aquellas mujeres posmenopáusicas que ingieren menos grasa en la dieta parecen enfrentarse a un menor riesgo de desarrollar el citado tipo de tumor

Al final de las vías

"Tiempo más tarde supe que fue el doctor Josef Mengele el encargado de nuestro recibimiento en Auschwitz. Estaba frente a la fila que nos habían hecho formar al bajar de los trenes, y con un ligero movimiento de mano decidía en aquel mismo instante quién debía morir y quién debía vivir, por el momento."

Más de 50 años después de aquella noche, a Violeta Friedman le temblaba la voz al pronunciar el nombre de Auschwitz, pero el movimiento de su mano a derecha e izquierda, imitando el gesto que decidió sobre su vida, era firme y seguro. Sus padres fueron conducidos hacia un lado de la línea y ella y su hermana hacia el otro. El viaje había sido largo y penoso; durante días y noches cruzaron media Europa amontonados de pie en un vagón de ganado, sin aire, sin alimento, sin agua y sin vida, y aun así el destino de aquel viaje resultaba ser todavía peor.

La señora Friedman me recibió en su casa de Madrid una tarde de abril de 1999. Toda la vivienda estaba adaptada para facilitar los movimientos de su silla de ruedas. Una tuberculosis ósea, localizada en la columna vertebral, era el recuerdo más fiel de su paso por el campo C de Birkenau (Auschwitz II); sólo tenía 14 años cuando contrajo la enfermedad. Con el tiempo la descalcificación de sus vértebras provocó un deterioro que, a pesar de repetidas intervenciones quirúrgicas, acabó postrándola para el resto de su vida.

El hacinamiento, el hambre, el clima extremo y la falta de condiciones higiénicas eran un excelente campo de cultivo para todo tipo de enfermedades. Más que las condiciones físicas de los prisioneros, era la suerte el factor determinante para eludirlas. Pero las mujeres, inevitablemente, sufrían una amenorrea secundaria desde su mismo ingreso en el campo. "Era una niña, y me preocupó la ausencia inmediata de la menstruación, pero enseguida me di cuenta de que ninguna de mis compañeras la tenía; las más veteranas en el campo me animaron enseguida diciéndome que en el fondo aquello era una bendición. Acudíamos dos veces al día al barracón de las letrinas, donde teníamos que luchar con las demás para lavarnos, aunque sólo fuera por algunos segundos."

La Riviera

Cada campo constaba de 32 barracones, dos de ellos con agua potable, dos para letrinas y uno que hacía las funciones de enfermería. Acudir a La Rivière, como denominaban irónicamente los prisioneros a la enfermería, significaba no volver a aparecer jamás, era una antesala de las cámaras de gas. Por eso el prisionero que caía enfermo tenía que arreglárselas por sus propios medios para intentar solucionar la dolencia con los escasos medios a su alcance. "Un día me levanté ardiendo de fiebre, pero las compañeras no me permitieron que fuera al barracón de la enfermería. Allí se habían llevado a algunas mujeres enfermas, y también a las mujeres que habían ingresado encintas en el campo, cuando les llegaba el momento del parto. Ninguna de ellas había vuelto." Cada prisionero de los campos de concentración se convertía en sanador para los otros; el alivio de una mano sobre la frente o la compañía eran las únicas medicinas.

Gran parte de la ampliación de Auschwitz, que en principio era un pequeño acuartelamiento de las tropas polacas, se llevó a cabo en 1940 sobre terreno pantanoso. La malaria hizo estragos entre los encerrados y muchos murieron sin intervención de sus carceleros. "Mi fiebre seguía y alguien me diagnosticó malaria, con sus síntomas inconfundibles. Necesitaba quinina para curarme. En el campo existía un mercado negro de medicinas, del que solían encargarse las enfermeras. La moneda de cambio en ese mercado negro era el pan, la ración diaria de pan."

Los propios responsables del campo fomentaban este mercado para así mantener enfrentados a sus prisioneros. Este juego cruel entre la enfermedad y el enfermo se mantuvo hasta los últimos días, cuando el ejército soviético liberó el campo el 27 de enero de 1945.

Violeta Friedman falleció el 4 de octubre de 2000; había ocultado su condición de prisionera en un campo de concentración hasta que en 1984 se decidió a testificar en el juicio contra Léon Degüelle. "Había tratado de olvidar lo inolvidable, de convencerme a mí misma de que jamás había vivido todo aquel horror sin límites."

Exterminio organizado por los nazis:

* El 27 de abril de 1940 se creó Auschwitz por orden directa de Heinrich Himmler.

* Ocupaba una extensión de 42 km .

* Entre 1940 y 1945, 4 millones de hombres, mujeres y niños fueron torturados y asesinados en Auschwitz.

* La esperanza de vida de las mujeres en el campo de concentración era un 50% inferior a la de los hombres.

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