REUMATOLOGÍA
JANO.es · 29 septiembre 2009
La terapia más aconsejable es la combinación de un FAME con fármacos biológicos, caso de los anti-TNF desde el momento más precoz posible
La Sociedad Española de Reumatología (SER) ha elaborado un documento de consenso sobre terapias biológicas en artritis reumatoide que actualiza las pautas de actuación ante esta enfermedad con los nuevos fármacos y recomienda el tratamiento “precoz e intensivo para frenar su progreso”.
Concretamente, el nuevo consenso indica que el tratamiento más aconsejable para esta dolencia reumática es la combinación de un fármaco modificador de la enfermedad (FAME) como la leflunomida o el metotrexato –terapia estándar para el tratamiento de la artritis reumatoide– con fármacos biológicos como son los inhibidores del factor de necrosis tumoral (anti-TNF) “desde el momento más precoz posible”.
Sin embargo, y a pesar del avance que han supuesto estos nuevos fármacos, los expertos afirman que hay que tener en cuenta que con su administración “no se consigue una respuesta óptima en más del 40-50% de los pacientes, además de que dejan de ser eficaces con el tiempo”.
Por otro lado, y dado que el primer escalón en el tratamiento de la enfermedad se deber realizar con FAME, los especialistas aconsejan “integrarlos dentro de una estrategia terapéutica global de la patología. Y es que la terapia que debe ser tenida más en cuenta en el tratamiento de la artritis reumatoide sigue siendo con FAME”.
Fármacos biológicos
En relación con los anti-TNF, “y dado que actualmente no existen datos que indiquen que la superioridad de ninguno de estos fármacos dentro de su familia”, el consenso elaborado por la SER indica que “los tres tipos de fármacos son necesarios, pero no sustituibles entre sí, así como que la elección depende tanto del criterio del médico como de las circunstancias particulares del paciente. Y aunque como cuentan con diferentes estructuras y mecanismos de acción, la falta de respuesta a uno de ellos no implica que el resto sea ineficaz”.
A este respecto, el informe deja muy claro que “la utilización de un agente biológico debe ir acompañada en un primer momento de un FAME, y sólo se utilizará como tratamiento único inicial en casos extraordinarios”. De esta manera, estas terapias biológicas “sólo se administrarán en monoterapia en aquellos pacientes donde este primer tratamiento no haya logrado el objetivo terapéutico”.