PSIQUIATRÍA

Duelo patológico, un problema frecuente

JANO.es y agencias · 23 octubre 2007

El 16% de las personas que pierden un familiar desarrolla una depresión durante el año siguiente, según un estudio presentado por SEMERGEN

Aspirina^® (ácido acetilsalicílico), medicamento desarrollado y comercializado por Bayer HealthCare e incluido en la lista de medicamentos esenciales elaborada en 2003 por la Organización Mundial de la Salud --la OMS define Aspirina^® como "un medicamento esencial por sus propiedades, por ser accesible y de bajo precio"--, es el fármaco más prescrito y consumido en el mundo en toda la historia de la farmacología.

La razón es su eficacia, ampliamente constatada por las evidencias recogidas en la literatura médica, asociada con la administración del ácido acetilsalicílico en, fundamentalmente y por una parte, el tratamiento del dolor, la fiebre y la inflamación y, por otra, la prevención de la enfermedad y los episodios cardiovasculares --concretamente, el ácido acetilsalicílico en dosis bajas.

Tratamiento del dolor

De acuerdo con los resultados de una encuesta llevada a cabo por la Sociedad Española del Dolor (SED), hasta un 54,39% de los españoles toma Aspirina^® --medicamento que, muy fácil de adquirir y que no requiere de receta médica, está presente en más del 80% de los botiquines de nuestro país-- para tratar el dolor. Sin embargo, como recordó el Prof. Jesús Honorato, director del Servicio de Farmacología Clínica de la Clínica Universitaria de Navarra, "debe tenerse en cuenta que las encuestas muestran que la población general emplea Aspirina^® para paliar las cefaleas, pero no así para combatir otros dolores, caso del dental. Todo ello a pesar de su eficacia y seguridad, superior a la que presentan otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que muestra Aspirina^® en el manejo de los dolores comunes".

En este contexto, cabe resaltar su eficacia en el tratamiento de los dolores otorrinolaringológicos. Así, de acuerdo con los resultados del estudio dirigido por Eccles (Pain Medicine. 2003), la tasa de respuesta a Aspirina^® en el tratamiento de esta entidad se sitúa en el 70%, muy superior por tanto a la detectada con la administración de paracetamol (56%). "Su superioridad --explicó el Prof. Honorato-- respecto al paracetamol, observada también en el dolor reumático, la cefalea tensional, la migraña y la faringitis, se explica por la actividad del ácido acetilsalicílico. Ya que no presenta sólo el efecto analgésico propio de paracetamol, sino que también es un antiinflamatorio".

Los trabajos llevados a cabo sobre dolor reumático, cefalea, migraña y faringitis, estudios desarrollados para comparar la eficacia de Aspirina^® 500 mg frente a la de paracetamol 500 mg, también han constatado la mayor eficacia del ácido acetilsalicílico. En el caso concreto de la cefalea tensional, el estudio de Steiner et al (Cephalalgia. 2003) evidenció una eficacia similar entre, por una parte, Aspirina^® 500 mg y paracetamol 1.000 mg y, por otra, la dosis de 500 mg de paracetamol y placebo. Por lo que hace referencia a la migraña, Aspirina^® se corresponde con el medicamento más eficaz de los que componen el actual arsenal terapéutico. No en vano, tal y como se deriva de los resultados alcanzados en el estudio del Emsasi Study Group (Cephalalgia. 2004), no sólo presenta una eficacia superior a placebo, sino también, cuando menos, comparable a la de ibuprofeno y sumatriptan.

Seguridad

La administración de Aspirina^® ha estado tradicionalmente ligada a, entre otros efectos adversos, la presentación de dolor de estómago. Sin embargo, como demostró el estudio de Bruce y Fries, las alteraciones de la mucosa gástrica asociadas con su uso son similares a las que se presentan en los tratamientos con paracetamol e ibuprofeno. Como recordó el Prof. Honorato, "la incidencia de afectación gastrointestinal severa es de un caso por cada 900 pacientes y año, lo que no es mucho si se tienen en cuenta los muchos billones de tabletas de Aspirina^® consumidas en todo el mundo". Además, como muestra el estudio de García Rodríguez et al (Am J Epidemiol. 2004), el riesgo relativo de incidencia de úlcera péptica es mayor con otros AINE --4 casos por cada 1.000 pacientes-- que con Aspirina^® --2,9/1.000 pacientes.

La seguridad gastrointestinal de Aspirina^® ha sido asimismo confirmada por los resultados del ensayo clínico dirigido por Konturek. Tras analizar 872 lesiones gástricas en una muestra de 5.967 pacientes, los investigadores observaron que, mientras el 66,4% era ocasionado por una infección de Helicobacter pylori, sólo un 3,1% de las lesiones venía explicada por el uso de AINE --el 7,8% se debía a la presencia de H. pylori y al tratamiento con AINE, mientras que el 22,7% restante no lo explicaba ninguno de estos dos factores.

Por lo que hace referencia a otros efectos adversos, "es cierto que Aspirina^® inhibe la síntesis de prostaglandinas, efecto común a todos los AINE. Y asimismo se asocia con reacciones adversas medicamentosas, tal y como sucede con todos los fármacos. Pero además de mostrar una seguridad similar a los otros AINE en los tratamientos a largo plazo, el metaanálisis de 72 estudios llevados a cabo con las dosis de 600, 1.000 y 1.200 mg de Aspirina^® muestran que no hay diferencias con placebo en la incidencia de efectos como, entre otros, náuseas o somnolencia. Tampoco en el manejo del dolor postoperatorio", concluyó el Prof. Honorato.

Prevención cardiovascular

La administración continuada de dosis bajas de ácido acetilsalicílico --100 mg-- previene la aparición de infarto de miocardio e ictus. Así, y de acuerdo con las estimaciones de los especialistas, hasta 100.000 personas --2.000 de ellas en España-- con enfermedades cardiovasculares podrían salvarse en todo el mundo en caso de recibir este fármaco todos los días.

En este sentido, y de acuerdo con las evidencias recientes derivadas del estudio CHARISMA, puede afirmarse que el ácido acetilsalicílico a dosis bajas se corresponde con el único antiagregante plaquetario apropiado para usarse de forma prolongada. Todo ello sin olvidar que, atendiendo a su papel en la prevención de episodios coronarios, su efecto beneficioso trasciende de su acción como agregante plaquetario. Pues el ácido acetilsalicílico es más que un antiinflamatorio, un agregante o un analgésico, como demuestra el hecho de que favorece la liberación de NO y protege de la oxidación de las LDL.

Por último, debe tenerse en cuenta, tal y como apuntó el Dr. Antonio López Farré, jefe de la Unidad de Investigación Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, "el coste-beneficio, ciertamente inmenso, que se obtiene con el tratamiento con ácido acetilsalicílico a dosis bajas".