Medicina y humanidadesNUTRICIÓN
Echarle imaginación a los menús, factor clave en la alimentación infantil
JANO.es · 13 marzo 2009
Fundación IDEHS y el Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud celebran una jornada técnica y profesional para que la alimentación correcta resulte atractiva a los niños
El Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud y la Fundación para la Investigación y Desarrollo de la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla (Fundación IDEHS) han celebrado un seminario sobre obesidad infantil dirigido a restauradores de colectivos de toda Andalucía.
Dada la importancia de la correcta alimentación desde edades tempranas, el Instituto Tomás Pascual ha llevado a cabo este seminario para ayudar a los responsables de restauración colectiva (empresas de catering, colegios, residencias, hospitales…) a orientar saludablemente sus menús dirigidos, en este caso, a los más pequeños.
La jornada ha tenido una parte teórica y otra práctica. En la primera, profesionales del sector como Javier García, tecnólogo de alimentos de la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, han expuesto el panorama actual de la obesidad infantil en España, indicando cuáles son sus principales factores y cómo a través del deporte y la buena alimentación se puede acabar con la que ya se considera “gran epidemia del siglo XXI”.
Juana Hernández, especialista en restauración colectiva de la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, ha destacado la importancia de la prevención primaria, es decir, la época en la que los niños comienzan a comer solos, subrayando la necesidad de utilizar la creatividad y la imaginación en los menús para inculcar al niño la necesidad de comer todo tipo de alimentos, incluso aquellos que “no le gusten”.
En la parte práctica de la jornada, Miguel Prieto, jefe de cocina de La Taberna del Alabardero y de la Escuela Superior de Hostelería, ha realizado e invitado a degustar dos menús completos, ofreciendo distintas técnicas para conseguir “camuflar” en un plato aquellos alimentos que los niños rechazan, como son las legumbres o el pescado.
