ALSALMA 2.0
El 95% de los niños catalanes toma demasiadas proteínas
JANO.es · 18 junio 2014
Un estudio revela que los menores de hasta 3 años de esta comunidad consumen más grasas que los del resto de España.
La práctica totalidad de los niños catalanes entre 2 y 3 años toma diariamente el doble de las proteínas recomendadas, un exceso que se correlaciona con un incremento del índice de masa corporal (IMC) del niño. El dato corresponde al estudio Alsalma 2.0, impulsado por Danone Nutricia y coordinado por el Dr. Vicente Varea, de la Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, y la Dra. Inma Clarà, del CAP Centre Sabadell, y cuyos resultados se presentaron ayer en Barcelona.
Los resultados muestran, asimismo, que a partir de los 7 meses y hasta los 3 años, el 95,3% de los niños de Cataluña presenta una ingesta proteica superior a la recomendada. “Muchas veces sólo damos valor al exceso de grasas, pero el exceso de proteínas también origina un aumento de peso y, a la larga, puede favorecer el sobrepeso en la edad adulta”, señala la Dra. Clarà.
El Alsalma 2.0 es el primer y único estudio que analiza los hábitos nutricionales de los niños españoles de 0 a 36 meses. En Cataluña participaron, 241 niños (el 14,2% del total), cuyas madres fueron anotando, en un diario, los alimentos y las cantidades que componían cada comida. “El Alsalma 2.0 es un estudio de gran fiabilidad porque en él han participado 185 pediatras y más de 1.500 niños de todo el país. La principal conclusión es que la dieta de muchos niños está lejos de ser la ideal e impacta en su salud futura”, indica el Dr. Varea, uno de los coordinadores del estudio Alsalma 2.0.
El análisis de los datos obtenidos en los niños catalanes participantes y su comparativa con los resultados en el resto de España constatan que el consumo desproporcionado de proteínas es una tendencia general. En este sentido, el estudio concluye que un aumento del 1% en la proporción de proteínas en el perfil calórico del niño conlleva un incremento del 0,029 kg/m2 del IMC. “Hemos constatado que el sobrepeso se inicia en edades muy tempranas. Los obesos no se hacen a los 5 o a los 8 años, los estamos empezando a hacer desde edades muy tempranas y esto es un factor importante a tener en cuenta”, asevera el Dr. Varea.
Más grasas que en el resto de España
Los datos de Cataluña han constatado que en esta comunidad, los menores consumen más grasas de todo tipo (monoinsaturadas, poliinsaturadas y colesterol) que en el resto de España, y que, comparativamente, se produce un menor aporte de energía y de proteínas dependientes del consumo de leche de vaca, a favor de los cereales, verduras y frutas.
Por otro lado, también se ha detectado un desequilibrio en el consumo de micronutrientes, con excesos de vitamina A y sodio; así como déficit de yodo, hierro y vitamina D. La Dra. Clarà ha valorado las consecuencias de estos desequilibrios: “Un exceso de sodio en niños muy pequeños, a la larga, puede favorecer una hipertensión arterial. Por otro lado, el hecho de que la vitamina A esté aumentada también podría ocasionar trastornos relacionados con el desarrollo neurológico de niños pequeños. En cuanto a la falta de vitamina D se hace necesaria la suplementación, cuando en un país que con sol, si la nutrición fuera correcta bastaría”.
De los datos analizados se extrae, asimismo, que el 66,3% de los niños catalanes cumple con la dieta mediterránea, un porcentaje ligeramente más bajo que la media nacional.
Nutrición en los primeros 1.000 días
Las últimas investigaciones llevadas a cabo en todo el mundo demuestran que la nutrición en los 1.000 primeros días del niño –desde su concepción hasta los 2 años de edad- tiene un fuerte impacto en el riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad en años posteriores. “Hace años se pensaba que el niño tenía que comer igual que el adulto, pero en menor cantidad. Hoy sabemos que no es así, ya que los niños tienen unas necesidades específicas de macro y micronutrientes. Una alimentación infantil óptima puede ayudar a prevenir enfermedades que se manifiestan en épocas más tardías”, explica el Dr. Varea.
Para la doctora Clarà, el estudio Alsalma 2.0 constata un problema de educación sanitaria: “Tiene que haber un cambio en la formación e información desde la escuela. Que los padres comprendan que hay que dar las cantidades que se indican y que hay que comer de todo, que no podemos favorecer un determinado alimento con tal de que el niño coma. Hace falta mucha constancia porque se trata de hacer un cambio cultural importante en vista de los resultados y del problema de salud que se nos plantea en unos años”.