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La genómica personalizada influirá en un futuro próximo en campos como la medicina preventiva y la farmacogenómica, que permitirán avanzar en la prevención de enfermedades a las que se es propenso genéticamente y también conocer la "ancestralidad personal", según afirmó el investigador del instituto de Biología Evolutiva, Carles Lalueza, durante la celebración del III aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz para la nutrición y la salud, celebrado la semana pasada en la sede de la Real Academia Nacional de Medicina.

Esta nueva ciencia "es un salto cuantitativo y cualitativo en el umbral de una nueva era; de hecho, empresas norteamericanas permiten ya conocer, por unos 300 euros, rasgos genéticos personales asociados a la susceptibilidad de enfermedades complejas, a rasgos de percepción y físicos, y también a la ancestralidad personal", explicó.

Además, señaló Lalueza, "el progresivo conocimiento de genes implicados en aspectos físicos externos o en el origen geográfico de los individuos y la nueva potencialidad de genotipación, afectará a la genómica forense".

No obstante, este experto recalcó que "no se puede diseccionar el genoma de los humanos sin tener en cuenta los aspectos sociales y éticos que lo envuelven. Lo que encontremos en nuestro interior puede tener repercusiones en el exterior, y abrir nuevos debates éticos en la sociedad".