TABAQUISMO
JANO.es · 20 noviembre 2008
Es considerado un factor de riesgo cardiovascular clave debido a su elevado impacto en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, pero es modificable y reversible
Según el Dr. Jaime Fernández de Bobadilla, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, dejar de fumar "exige cierto esfuerzo y sacrificio inicial, pero es absolutamente posible". Este especialista impartió una conferencia en el marco de la VIII Semana de la Ciencia que se celebra estos días en Madrid, en la que afirmó que el tabaco se cobra más de 50.000 vidas al año en nuestro país y es considerado un factor de riesgo cardiovascular clave debido a su elevado impacto en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Además es un factor de riesgo modificable y reversible, ya que al dejar de fumar disminuimos ese riesgo rápidamente, " causante de numerosos infartos agudos de miocardio y muertes cardiovasculares", matizó el Dr. Fernández de Bobadilla.
Actualmente las campañas contra el tabaquismo están dirigidas fundamentalmente a los jóvenes; sin embargo, los datos indican que es necesario dirigirse a la población general, puesto que es en el seno familiar donde se aprenden los hábitos de vida.
Muerte súbita del lactante
De hecho, según indican diversos estudios epidemiológicos, el tabaquismo hace que "aumente en un 50% la posibilidad de muerte súbita del lactante", señaló el Dr. Esteban López de Sá, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Los datos revelan un aumento progresivo de la tasa de incidencia de la muerte súbita en el lactante —entre 1,5 y 2 por 1.000 nacidos vivos— lo que la convierte en la quinta causa de muerte en el periodo postnatal. Además, los componentes del tabaco hacen que aumente la posibilidad de que los niños padezcan neumonía, otitis o gripe.
Actuaciones políticas
Las acciones que la Administración ponga en marcha serán determinantes a la hora de lograr una disminución del consumo de tabaco en nuestro país. La Ley Antitabaco, que entró en vigor en nuestro país hace tres años, "sí tiene algún efecto, aunque no todos los deseados", señaló el Dr. López de Sá.
"España no cuenta con una ley especialmente restrictiva, pero lo realmente triste es que no se hace cumplir. No es necesario modificar la ley, sino hacerla cumplir", apuntó este especialista.
Otra de las medidas políticas más efectivas sería la subida del precio del tabaco. De hecho, varios estudios demuestran que por cada 10% que se incrementa el precio de tabaco, disminuye un 4% su consumo, y hasta un 8% si se trata de países de bajo nivel adquisitivo.
Asimismo, prohibir la publicidad y promover que la Administración financie los tratamientos para dejar de fumar —económicamente es más rentable que asumir los gastos de los problemas derivados del tabaco— son también medidas que logran reducir el consumo de tabaco en la población.
Ex fumadores
Se considera que un paciente es ex fumador cuando lleva un año de abstinencia continua, sin fumar absolutamente nada. "Sólo el 5% de los pacientes que intenta dejar de fumar por su cuenta lo consigue", señaló el Dr. Fernández de Bobadilla. No obstante, "si se combina un buen tratamiento intensivo de cambio de conducta con fármacos se pueden alcanzar cifras cercanas al 50%", concluyó.
En cuanto a las recaídas, "durante los primeros meses es fácil que ocurra, sin embargo, superado el primer año la cifra disminuye al 5%. Aunque nunca se debe bajar la guardia y un ex fumador nunca puede permitirse volver a dar una calada", señaló el Dr. Fernández de Bobadilla.