• 

Una terapia analgésica que funciona mediante el envío de pulsos eléctricos a través de la piel sería una opción viable para controlar los dolores del trabajo de parto, según concluye una nueva revisión de estudios llevada a cabo por investigadores de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Manchester (Reino Unido) y publicada en Cochrane Database of Systematic Reviews.

 

La evidencia que mostraba que esta terapia, llamada estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET), reduce los dolores del trabajo de parto era limitada. Y de la misma manera, la bibliografía tampoco recoge indicios de que el uso de la ENET durante el nacimiento de un hijo implique algún riesgo, revelaron los investigadores al analizar 19 ensayos clínicos. En consecuencia, y en palabras de Tina Lavender, investigadora principal del estudio, “debido a la ausencia de daño a las madres y a los recién nacidos, diríamos que la ENET es una opción personal”.

 

Las unidades de ENET son dispositivos pequeños y económicos que administran corrientes eléctricas de bajo voltaje a través de electrodos ubicados sobre la piel. Se cree que la terapia ayuda a aliviar el dolor al estimular los senderos nerviosos de la médula espinal, por lo que interrumpe la transmisión de señales de dolor al cerebro.

 

Para su revisión, el equipo de Lavender analizó 19 ensayos clínicos que incluyeron a 1.671 mujeres que fueron asignadas aleatoriamente para usar una unidad de ENET durante el trabajo de parto o a permanecer bajo el cuidado de rutina. En algunos estudios, el dispositivo ENET se comparó con uno inactivo, o placebo. Y en la mayoría de las investigaciones, las mujeres en el grupo tratado con ENET fueron libres de solicitar otro analgésico también.

 

En general, la revisión halló que las mujeres tratadas con el dispositivo eran menos propensas a informar dolor severo durante el parto. No obstante, recuerdan los autores, “la ENET no obtuvo resultados fuertes o consistentes en todos los estudios”. Además, en los ensayos en los que la ENET fue usada junto con medicación epidural contra el dolor no hubo evidencia de beneficio adicional con el dispositivo de estimulación.

 

En definitiva, concluyen los autores “la evidencia está en favor de hacer que el mecanismo de electroestimulación esté disponible para las mujeres que lo quieran”.