SIDA
JANO.es y agencias · 25 agosto 2009
El objetivo de la polémica medida, recomendada por los CDC, es combatir la propagación de la infección por el VIH
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos están estudiando la posibilidad de promover la circuncisión a todos los recién nacidos en los hospitales del país para luchar contra la propagación del virus del VIH que provoca el sida.
La recomendación del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) se espera que llegue a final de año e incluiría también la posibilidad de circuncidar a los adultos heterosexuales cuyas prácticas sexuales sean consideradas de alto riesgo.
Así lo aseguraba ayer lunes el “New York Times', que reconoce que la propuesta ya ha levantado polémica porque, entre otras cosas, los expertos señalan que no tendría un gran impacto en Estados Unidos entre los homosexuales, el principal grupo de riesgo.
El diario menciona recientes estudios clínicos que demuestran que en los países africanos golpeados con crudeza por el sida, los hombres que se sometieron a la citada intervención redujeron a la mitad el riesgo de infección.
Según los resultados de esos estudios, que fueron realizados en Kenia, Sudáfrica y Uganda, los hombres heterosexuales que fueron circuncidados tuvieron un 60% menos probailidades de acabar contagiándose por el VIH.
Los que critican que la circuncisión se extienda a todos los recién nacidos creen que es una operación innecesaria y sin el consentimiento de los niños, y quienes apoyan la medida dicen que cualquier forma de luchar contra el sida debe ser tenida en cuenta seriamente.
"Tenemos una significativa epidemia en este país, y debemos observar con detenimiento cualquier posible intervención que pudiera servir como herramienta para hacer frente a la epidemia", afirma el Dr. Peter Kilmarx, de los CDC.
Pero lo cierto es que no hay evidencias que demuestren que la circuncisión proteja a los homosexuales y, además, en Estados Unidos el 79% de los adultos ya están operados, aunque es una práctica que ha disminuido en los últimos años.
Después de la Segunda Guerra Mundial el 80% de los niños fueron circuncidados, mientras que en 1999 el porcentaje había descendido hasta el 65%, según datos de los CDC, que revelan que los negros e hispanos, grupos más afectados por el sida, son menos dados a operar a sus hijos.
La Academia Americana de Pediatría asegura que la circuncisión "no es esencial" para el futuro bienestar del niño, por lo que en muchos estados del país la operación no está cubierta por los servicios de salud públicos.