DIETÉTICA
Expertos advierten de que las "dietas milagro" no existen
JANO.es y agencias · 11 marzo 2008
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos considera, además, que su proliferación constituye un problema de salud pública
Un estudio publicado en The Journal of the American Medical Association (JAMA) sugiere que en la mayoría de los ensayos paralizados prematuramente por la eficacia de los tratamientos que se estaban evaluando, para asi ofrecer su utilización a todos los pacientes participantes, el supuesto beneficio era exagerado o desaparecía a largo plazo.
“Incluso cuando las cosas se hacen bien, los ensayos detenidos prematuramente corren el riesgo de sobreestimar sustancialmente los efectos del tratamiento, y ese riesgo se hace aún mayor cuando las cosas no se hacen bien”, afirmó el autor del estudio, el Dr. Gordon Guyatt, profesor de Medicina de la Universidad McMaster de Hamilton (Ontario, Canadá).
Además, el Dr. Guyatt alertó de que este problema está creciendo en los últimos años, pues su equipo encontró que el porcentaje de ensayos publicados y detenidos prematuramente ha crecido más de un 50% durante los últimos 15 años, y ha pasado del 0,5% en 1990 al 1,2% en 2004.
En este estudio expertos canadienses, estadounidenses y europeos revisaron 143 ensayos publicados durante los últimos 15 años en publicaciones de alto impacto. Todos estos ensayos aleatorios controlados se detuvieron prematuramente debido a un anuncio de “beneficio sustancial para los pacientes”. Sin embargo, los revisores concluyen ahora que con demasiada frecuencia los ensayos se pararon demasiado pronto, antes de obtener el valor estadístico para determinar si el beneficio era real o simplemente “un golpe de suerte estadístico transitorio”.
Proceso de reclutamiento
Concluir un ensayo antes de su fecha planificada de terminación suele implicar detener el proceso de reclutamiento de participantes anticipadamente. De hecho, cuando se detuvieron los estudios analizados, sólo se había reclutado un promedio del 63% de sus cohortes planificadas. Y si bien muchos ensayos están diseñados para recopilar datos durante años, los que se detuvieron debido a sus buenos resultados lo hicieron con un promedio de sólo 13 meses.
En casi todos los casos, los investigadores que publicaban sus resultados no facilitaron —y los editores de las publicaciones tampoco lo solicitaron— una justificación estadística detallada de por qué terminaban prematuramente el ensayo. “Eso es parte del propósito de este informe: animar a los investigadores a tener estándares más estrictos para informar de por qué se detienen precozmente”, apuntó el Dr. Guyatt.