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FARMACOLOGÍA

Inhibidores de la aromatasa no asociados a problemas cardiovasculares

JANO.es · 24 abril 2008

Científicos franceses descartan en un estudio, presentado en Berlín, que estos fármacos, entre los que se incluye el tamoxifeno, den lugar a este tipo de trastornos

Hace unos días, paseando sin rumbo por las calles de Neuchâtel, una bella ciudad suiza a orillas del lago del mismo nombre y a una hora escasa de Ginebra, me detuve ante el número 6 de la rue Trésor. Sobre el portal, una placa puesta por el Ayuntamiento con la siguiente inscripción: “En esta casa nació el 15 de junio de 1916 Maurice Bavaud, un suizo que, llevado por su ideal, intentó matar a Hitler en el otoño de 1938. Fue decapitado el 14 de mayo de 1941”.

Así son las cosas. Los héroes pueden nacer en cualquier parte, también en una ciudad de pacíficos relojeros, rodeada de verdes montañas y a orillas de un lago azul. Maurice vivía felizmente en un país neutral, al margen de la guerra y de los nazis, pero prefirió arriesgar su vida para librar a la humanidad de uno de sus grandes tiranos. Un nuevo motivo para reflexionar sobre la complicada naturaleza humana...

Otro apunte suizo. Parece ser que incluso en esta civilizada Suiza le gente se pica también de vez en cuando por razones del idioma. Como dice el refrán, en todas partes cuecen habas. En el cantón de Neuchâtel, por ejemplo, se habla un excelente francés; en el cantón de Berna, la capital federal de Suiza, se habla alemán. El admirado dramaturgo suizo Friedrich Dürrenmatt nació en el cantón de Berna, concretamente en Konolfingen, pero eligió pasar los últimos años de su vida en Neuchâtel.

–¿Qué es lo que más le gusta de Neuchâtel? —le preguntaron en cierta ocasión..

–La estación de ferrocarril desde la que me voy a Berna –respondió el escritor, sin morderse la lengua.

Dürrenmatt falleció, sin embargo, en Neuchâtel en el año 1990. De esa ciudad fue, pues, la última luz que se llevó de este mundo. No elegimos el lugar de nuestro nacimiento, pero con frecuencia no elegimos tampoco el lugar donde habrá de producirse nuestra muerte.

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