ANESTESIOLOGÍA
La anestesia general puede estar relacionada con la depresión posparto grave tras un parto por cesárea
Anesthesiology News · 31 marzo 2021
La anestesia general para el parto por cesárea se ha asociado a un aumento de las probabilidades de depresión posparto grave que requiere hospitalización, así como a ideas suicidas y autolesiones, según un estudio publicado en Anesthesia and Analgesia.
Un conjunto de investigaciones indica que, en comparación con la anestesia regional, la anestesia general está relacionada con un mayor riesgo de trastornos depresivos postoperatorios. Sin embargo, esta relación no estaba clara en el parto por cesárea hasta hace poco.
Los resultados preliminares de este estudio de cohorte exploratorio y retrospectivo reiteran la necesidad de evitar el uso de la anestesia general para el parto cuando sea posible y apoyan la provisión de exámenes de salud mental, asesoramiento y otros servicios de seguimiento a las pacientes obstétricas a las que se les administra anestesia general, según los autores del estudio.
"Los trastornos postoperatorios del estado de ánimo son un área poco estudiada en la investigación de los resultados de la anestesia y probablemente merecen más investigación", señala Jean Guglielminotti, autor principal y anestesiólogo del Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia (Estados Unidos).
Los investigadores analizaron los registros electrónicos de salud de los partos por cesárea ocurridos entre enero de 2006 y diciembre de 2013, con los siguientes criterios de exclusión: pacientes sometidos a más de un parto por cesárea durante el período de estudio, pacientes que viven fuera del estado de Nueva York y pacientes que reciben anestesia general para otra cirugía/parto en el año anterior o posterior al caso índice.
El criterio de valoración primario fue la incidencia de depresión posparto grave, y los criterios de valoración secundarios incluyeron medidas compuestas de ideación suicida o lesiones autoinfligidas, trastornos de ansiedad y trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los autores registraron los resultados primarios y secundarios hasta un año después del parto.
El estudio registró 428.204 casos, de los cuales el 8 por ciento fueron con anestesia general. En general, se observó una depresión posparto grave grave en 1.158 mujeres, de las cuales el 60 por ciento fueron diagnosticadas durante el reingreso. La mediana del diagnóstico de depresión posparto grave se produjo a los 164 días después del alta; y en comparación con la anestesia neuraxial, la anestesia general en el parto por cesárea se relacionó con un aumento del 54 por ciento del riesgo de depresión posparto grave. Cabe destacar que la anestesia general no se correlacionó significativamente con los trastornos de ansiedad o el TEPT.
Guglielminotti planteó la hipótesis de que los mecanismos que subyacen a la relación entre la anestesia general y la depresión podrían ser multifactoriales y variar de un paciente a otro.
"Creemos que pueden estar más relacionados con las consecuencias de la anestesia general que con los agentes anestésicos per se -apunta el investigador-. Por ejemplo, la anestesia general para el parto por cesárea hace que se retrase el primer contacto piel con piel entre la madre y su hijo, que se retrase el primer intento de lactancia y que aumente el riesgo de dolor postoperatorio persistente. Todos estos factores se han asociado al riesgo de depresión posparto".
Referencia: Anesth Analg. 2020 Nov;131(5):1421-1429. doi: 10.1213/ANE.0000000000004663