La nueva tecnología de Resonancia Magnética (RM) de 3 Tesla (3T), junto con las aplicaciones propias de la inteligencia artificial se presenta como una excelente opción para el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer, tal y como se desprende del estudio “Resonancia Magnética estructural y funcional: estudio multicéntrico de las fases iniciales del Alzheimer en la Comunidad de Madrid”, llevado a cabo por el Grupo de Demencia de la Comunidad de Madrid (DECAM), una formación multidisciplinar integrada por más de 30 expertos (neurólogos, psiquiatras, geriatras, etc.) de diversos centros de la Comunidad de Madrid.

 

Tal y como explicó la Dra. Ana Frank, jefa de sección del Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, y una de las directoras del estudio, “en la actualidad, el abordaje del Alzheimer se enfrenta a dos retos: por un lado, la obtención de fármacos que modifiquen la enfermedad y, por otro, detectarla cuándo aún no ha dado síntomas. Y ese ha sido precisamente el objetivo de esta investigación: crear métodos sensibles específicos que permitan identificar el Alzheimer en estadios presintomáticos”.

 

Por su parte, el Dr. Juan Álvarez-Linera, jefe de sección de Neurorradiología del Hospital Ruber Internacional, de Madrid, y otro de los directores del estudio, explicó que “el reto es distinguir la atrofia que se produce por el deterioro normal asociado a la edad de los signos obvios de la enfermedad de Alzheimer”.

 

El estudio se realizó sobre un total de 170 pacientes divididos en cuatro grupos: personas cognitivamente sanas, pacientes con deterioro cognitivo leve (tipo amnésico); pacientes con enfermedad de Alzheimer leve y pacientes con enfermedad moderada.

 

La aplicación de la nueva tecnología de RM 3T permitió realizar, por primera vez de forma conjunta, estudios con cuatro tipos de técnicas de imagen: Volumetría, Difusión, Perfusión y Espectroscopia. El gran número de variables obtenidas y la complejidad de los datos hizo necesaria la aplicación de técnicas de inteligencia artificial (IA), lo que permitió desarrollar un programa totalmente automático capaz de evaluar el riesgo de pertenecer a uno de los cuatro grupos. El alto nivel de acierto arrojado por esta tecnología (una exactitud de entre el 90 y el 95 por ciento) permitió al Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), junto con la Fundación CIEN-Reina Sofía abrir una nueva línea en el dominio de la Bioinferencia.

 

Esta investigación, que constituye el primer proyecto piloto puesto en marcha por el grupo DECAM, se está desarrollando en el Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía Fundación CIEN y cuenta con una financiación privada que asciende a 230.000 euros, aportados por la Fundación Reina Sofía, GE Healthcare y por la Fundación EULEN.

 

Según sus responsables, este estudio, además de contribuir notablemente a validar nuevas tecnologías para el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer, prevé ser un punto de partida para cohesionar como grupo a diversos investigadores clínicos expertos en demencias que trabajan en las distintas Unidades de Demencia de la Comunidad de Madrid y sienta las bases entre unidades clínicas, centros de investigación y centros de análisis de datos imprescindibles tanto para el desarrollo de futuras investigaciones como para la inclusión del grupo en proyectos europeos relacionados.