Medicina y humanidadesMEDICINA DE URGENCIA
La especialidad de urgencias, tema de debate
JANO.es y agencias · 28 noviembre 2007
Varias sociedades científicas son contrarias a su creación, al tiempo que la SEMES se declara indignada al conocer que el ministro de Sanidad descarta su aprobación en la presente legislatura
El Ministerio de Sanidad ha presentado el Protocolo Común para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género —elaborado por una Comisión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud— que se implantará de forma efectiva este año proporcionando a los profesionales sanitarios pautas de actuación homogéneas para la prevención, diagnóstico temprano, atención integral —física, psicológica, emocional y social— y seguimiento de estos casos en los centros de salud y servicios de urgencias.
Elena Salgado, ministra de Sanidad, recordó que éste es el primer protocolo sobre esta materia que se propone para su aplicación en el conjunto del SNS y se mostró esperanzada de que “pueda ser de especial utilidad para los profesionales de la atención primaria, ya que es en este nivel donde se tiene el contacto más inmediato y directo con las víctimas de la violencia”.
El Protocolo, una de las acciones previstas en el Catálogo de Medidas Urgentes contra la Violencia de Género aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 15 de diciembre, tiene en cuenta las características de los distintos niveles asistenciales y ofrece a los profesionales de cada uno de ellos recomendaciones específicas tanto sobre lesiones como sobre actitudes que puedan hacer sospechar que se encuentran ante una mujer que sufre violencia. Además, facilita información sobre los aspectos jurídicos y éticos que deben tener en cuenta frente a estos casos e incluye una relación de los recursos socio-sanitarios disponibles en las distintas comunidades autónomas.
Preguntas exploratorias
En concreto, este documento reitera que los equipos de atención primaria pueden, dadas sus características de accesibilidad, contacto directo y continuado con las pacientes y carácter interdisciplinario, actuar en la detección precoz y atención integral a las mujeres en situación de violencia. Respecto a la detección precoz, plantea que el personal sanitario debe tener una actitud de alerta ante la presencia de conductas, síntomas o signos de sospecha. Además, se recomienda que en la primera visita de cada mujer, y al iniciar la historia clínica, se realicen preguntas exploratorias de abordaje psicosocial.
En la atención a las mujeres que sufren maltrato, además de la atención y seguimiento de la paciente, es necesario, si existen hijos o hijas u otras personas dependientes a cargo de la mujer, la coordinación con pediatría o con los servicios pertinentes. Además, el Protocolo recuerda que las mujeres embarazadas, las que tienen una discapacidad física, psíquica o sensorial, las inmigrantes, las que se encuentran en situación de exclusión social o las que viven en entornos rurales, son más vulnerables al maltrato, por lo que es necesario prestarles una atención especial.
| Violencia estructural
El Protocolo recuerda que los principales factores determinantes de la violencia de género son la relación desigual entre hombres y mujeres y la existencia de una “cultura de la violencia” como medio para resolver conflictos. La violencia no se debe a características singulares y patológicas de una serie de individuos, sino que responde a rasgos estructurales propios de una forma cultural de definir las identidades y las relaciones entre los hombres y las mujeres. La violencia contra las mujeres se produce en una sociedad que mantiene un sistema de relaciones de género que perpetúa la superioridad de los hombres y asigna diferentes atributos, roles y espacios en función del sexo. En definitiva, el factor principal de riesgo para la violencia contra las mujeres es, precisamente, el hecho de ser mujer. En España, y en lo que va de año, 19 mujeres han muerto a manos de sus parejas o ex parejas. En 2006, la cifra total fue de 68, 8 más que en 2005 y apenas 4 menos que el año anterior. Además, en 2006, Policía y Guardia Civil detuvieron a 45.296 hombres por violencia de género; esto es, un detenido cada 12 minutos. Una de cada 10 detenciones por infracción penal se relaciona con la violencia contra la mujer y en 2006 se juzgaron a 37.521 hombres por esta causa. En 7 de cada 10 casos (26.313), el resultado fue una sentencia condenatoria. Por otra parte, se calcula que entre 80 y 100 millones de mujeres de la Unión Europea han padecido en algún momento de su vida violencia por parte de sus parejas o ex parejas. |
