GINECOLOGÍA
JANO.es · 28 mayo 2009
El riesgo es un 34% inferior cuando la gestación, en lugar de antes de los 22, se lleva a cabo a partir de los 28 años de edad
Según se desprende de los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y publicado en la revista American Journal of Epidemiology (2009;169:1243-1250), las mujeres que comienzan a formar sus familias tempranamente y aquellas que tienen muchos hijos suelen presentar un riesgo elevado de desarrollar carcinoma de células renales más frecuentemente.
El carcinoma se produce dos veces más en varones que en mujeres, siendo los factores de riesgo conocidos la obesidad, la presión alta y el tabaquismo. Sin embargo, la literatura carece de evidencias sobre una posible influencia de las hormonas sexuales.
Por ello, el equipo dirigido por el Dr. Jung Eun Lee estudió a 118.219 mujeres participantes en Nurses’ Health Study, de las que 247 fueron diagnosticadas de cáncer de células renales entre 1976 y el 2004.
Los investigadores hallaron que las mujeres con más hijos tenían más riesgo de desarrollar carcinoma de células renales, con un 10% de aumento por cada hijo. Asimismo, también observaron que cuanto más tardíamente tenía una mujer su primer hijo, menos propensa era a que se le diagnosticara la enfermedad. Así, demorar la maternidad a los 28 años o después redujo un 34% el riesgo en comparación con las mujeres que habían tenido su primer hijo a los 22 años o menos.
Por el contrario, no se halló la existencia de una relación entre el uso de hormonas después de la menopausia o de píldoras anticonceptivas y el riesgo de cáncer renal.
Para el equipo, es posible que el embarazo aumente el riesgo de desarrollar carcinoma de células renales al generar estrés sobre los riñones; la infección urinaria es también más frecuente durante el embarazo. Los riñones son un poco más grandes durante el embarazo, lo que volvería a los órganos más vulnerables al estrés oxidativo y a la inflamación.
Los cambios en los niveles de estrógeno y progesterona que pueden ocurrir con embarazos múltiples también modifican el riesgo de la enfermedad, aunque los autores agregaron que el uso de la terapia hormonal o los anticonceptivos orales no estuvieron asociados con la aparición de carcinoma de células renales.